Lichnovsky: "Al gobierno no le conviene un pueblo más educado y con más oportunidades"
El zaguero y seleccionado nacional en la era de Reinaldo Rueda regresó a las canchas tras una larga lesión, periodo en el que incluso viajó a Chile para seguir de cerca el estallido social.
Igor Lichnovsky (Peñaflor, 7 de marzo de 1994) vive un presente pleno. "Estoy viviendo el mejor momento de mi vida", cuenta el defensa de Cruz Azul, quien junto a su esposa espera para junio el nacimiento de su segunda hija Isabella. "Acabamos de hacer una celebración para compartir con la familia el sexo de nuestra bebé. Es algo normal en México y fue maravillosa la sensación de enterarnos en ese momento junto a nuestra familia y amigos", cuenta, muy emocionado.
Además, su primogénita, Trinidad, fue becada en una academia teatral. Como si fuera poco, el defensa dejó atrás una compleja lesión y volvió a jugar la semana pasada en el 3-0 sobre Santos. Ferviente religioso, en los últimos meses no ha dudo en manifestarse por la situación social que atraviesa el país, al que incluso viajó.
¿En qué momento llega Dios a su vida?
Desde muy pequeño me gustaba leer. Por supuesto, temas que fueran de mi interés. Me gustaba ir más allá, a saber cosas que otros no sabían. Se puede decir que Dios siempre estuvo en mi vida, me di vueltas por varias religiones buscando a Dios y me pasaba lo mismo que a mucha gente: no encuentran a Dios, porque Dios no está en la religión de hombres. Cuando empecé a escudriñar la biblia me di cuenta de sus profundidades y perfección. Fue en ese momento que la biblia respondió todas mis dudas. Fue como si la biblia fuera un espejo y cada vez que la leía y estudiaba sus profundidades me veía yo en esas historias negando a Dios. Después de mucho estudio, decidí aceptar a Jesús para que entre a mi corazón y volví a nacer.
Usted fue bautizado por Matías Fernández. ¿Cómo fue ese momento y qué opinión tiene de él?
El bautismo es un testimonio público de lo que sucedió en mi interior. Me bauticé porque Jesús lo hizo y ese fue el momento donde públicamente me declare seguidor de él. Es un testimonio público para que el mundo lo sepa. Lo maravilloso fue cuando lo acepté en mi corazón, eso sí fue divino y fue entre Dios y yo. Lo hice con Matías, porque Dios lo preparó a él para que me enseñara y tuviera la gracia que otras personas no tuvieron cuando yo buscaba a Dios. Él se encontraba jugando para el AC Milan y no sabía por qué teniendo tantas opciones en Europa, se fueron cerrando hasta que decidió ir a Necaxa. Dios sabía que en Necaxa había un chico que estaba deseoso buscando aquella verdad de la que todo el mundo habla desde más de 2.000 años.
¿Por qué decidió emplazar a Sebastián Piñera?
Comenzó el estallido social y vi al Igor de niño con su familia en las personas que pedían justicia, igualdad, y oportunidades. Recordé mi infancia, donde mi madre tuvo que abrir un local de ropa, tipo pyme, para que pudiéramos vivir. A pesar de ello, siempre había problemas por la salud, pasaba horas y horas en el hospital para que me colocaran una simple inyección. A los 5 años, me dio peritonitis porque estuve casi dos días en el hospital y no me trataron la apendicitis a tiempo. Estuve al borde de la muerte. Tenía condiciones para ser futbolista, pero parecía que me querían preparar para ser un estudiante que fuera a la universidad y trabajar las 50 horas o más a la semana. A pesar de cualquier decisión del Presidente, el ser humano nunca podrá llenar el vacío que tiene, porque ese vacío solo puede ser llenado por Dios. Me motivó enviar el mensaje a Sebastián Piñera con un único fin de poder llevar al templo a la gente sin que la gente fuese a él. Todos los que escucharon ese mensaje deben saber que fueron con la Iglesia a escuchar la Biblia. Ese fue mi motivo, que escucharan lo que Dios dice en su palabra y gracias a él hubo frutos.
¿Qué le parece que solo un seis por ciento apruebe a Piñera?
Tiene coherencia. La verdad se manifiesta con hechos, no solo con lo que uno pueda decir o pensar. Pero al gobierno no le conviene un pueblo más educado y con más oportunidades.
¿Cómo fue esa experiencia de compartir con la primera línea?
Tengo amigos cercanos que estuvieron en la primera línea. Estuve ahí, y el estar ahí te cambia la perspectiva de las cosas. Gente me preguntaba "pero por qué se tapan la cara". Estábamos a un kilómetro de Plaza Italia y ya no se podía respirar y los ojos te lloraban por el gas lacrimógeno. Si no estaban los primera línea, Carabineros disipaba la manifestación que era pacífica, pero que por supuesto no tenía permiso para realizarse porque va en contra de lo que el gobierno quiere, y la excusa es que interrumpía el tráfico. La gente ha sido maltratada tanto tiempo, que hoy el amor que me ha mostrado Jesús me hizo llegar hasta allá. Jesús habría estado ahí, no encerrado en un templo físico. Finalmente tuvimos que correr cuando Carabineros avanzó sobre los primera línea y nos encerró. Estas consecuencias no son por algún partido político, es la ambición del ser humano que está dispuesto a aplastar al de al lado por tener más, y esa cobardía de los líderes del gobierno no quiere dar su brazo a torcer, porque saben que el hambre que tiene el pueblo los superará y perderán.
¿Qué opinión tiene de Carabineros después de esa experiencia?
Hicimos una canción con Habacuc Threeseven, se llama Carta a mi país, y el video muestra bastante, algunas tomas son nuestras en vivo. Lamentablemente, los que salen a las calles son manejados y reciben órdenes. Me enfocaría en los altos cargos, ahí reina el egoísmo, la mentira, el ego, el amor por el yo y nadie más. Entonces, sé que todos los carabineros que ese día vinieron tras de nosotros tenían órdenes. Aunque sin duda es vergonzoso y va en contra de los derechos humanos el que decidan actuar de la manera en que se ve. Tengo familia de carabineros y sé que a los líderes de Carabineros se les escapó de las manos. Lo hecho, hecho está y el egoísmo hace que les dé lo mismo si alguien muere o alguien pierde la vista. Siempre tenemos la oportunidad de arrepentirnos o retractarnos pero habrá consecuencias con las que tendrán que vivir por siempre.
¿Le gustaría dedicarse a la política?
Definitivamente, no. Tendría que haber algún planeamiento muy claro, según lo que creo y vivo, y es imposible. Cuando a Jesús le ofrecieron todos los reinos, los altos cargos de la sociedad, él los rechazó.
¿Por qué no se inscribió en los registros para votar por el cambio de constitución?
Tenemos planeado ir con mi familia. Es un momento importante en la historia de Chile y nos gustaría estar presentes.
¿Por qué los futbolistas no se involucran en las causas sociales?
Creo que de una u otra forma la mayoría se involucró. Cada uno da lo que tiene. Ya sea una foto; un escrito a la distancia; hasta un video; apoyando económicamente, presencialmente. El fútbol chileno se detuvo y eso para mí es involucrarse.
La decisión de no jugar contra Perú ¿aumentó la presión en los futbolistas del torneo nacional para decidir si continuaba el torneo, pensando en que varios si querían jugar?
Hay que ser cuidadoso cuando no se sabe lo interno. A pesar de que no estuvieran todos de acuerdo, como tú dices. Se hizo la votación entre todos los clubes y la presión es parte de estos momentos porque nunca agradarás a todos. Jugara o no jugara la Selección, hubiera existido la presión ante esa decisión. Yo hubiera votado que no se jugara.
¿Qué significó Universidad de Chile para usted?
Es el club de mis amores. Desde los 5 años que soy hincha de la U y desde los 10 que hice cadetes ahí, hasta debutar a los 17. Tengo esa mística para jugar, que me la dio el club, el haber convivido ahí tantos años. Viví en la casa del jugador, por problemas económicos, de distancia, y fue en ese tiempo que más me empapé de lo que es ser de la U. Sigo viendo los partidos a la distancia y espero volver en algún momento de mi carrera.
Usted estuvo con Sampaoli. ¿Qué opinión tiene de él?
Muy buena. Yo era joven, tenía proyección pero alguien tenía que jugársela por mí. Fue él quien me dio la confianza y no solo eso, sino que me hizo ser mejor. Incluso, si eras de los reservas o no citados, mejorabas. Gran entrenador.
¿Cree que se apresuró en irse de la U?
Para nada. Estaba en la U y quería jugar. El año anterior yo ya había firmado mi finiquito para irme a jugar a España en Primera División. Hubo un problema y finalmente decidí quedarme un año más para no arrepentirme de irme tan joven. Me gané mi lugar con el Fantasma (Marco Antonio Figueroa), clasificamos a una copa internacional, hice goles y jugué la mayoría de los partidos. Luego, llegó (Cristián) Romero, tuve menos continuidad y había jugadores que por jerarquía serían titulares, según lo que hablé con los dirigentes, por lo que decidí salir y seguir creciendo en Porto.
¿Qué le parece el actual momento de la U?
Saldremos de ese momento. Somos la hinchada más fiel. Vivimos un tiempo espectacular con la Sudamericana, el tricampeonato y avanzando en Libertadores. Ahora es momento de apoyar incondicionalmente. Sé que todos los que llegan a la U vienen a ganar, y eso como hincha es lo que se valora y es lo que hace que se llene el estadio.
¿Por qué la Selección no logra despegar del todo con Rueda?
Yo creo que la Selección se ha mantenido volando. El tiempo pasa y a los jugadores no les puedes exigir lo mismo que antes. Una linda prueba serán las Eliminatorias.
¿Cómo ha sido su experiencia con él?
Buena. Me ha considerado desde que llegó a la Selección. Ahora me jugó en contra el malentendido que hubo con la expulsión que se me hizo en la Copa América de Brasil, pero espero estar disponible al 100% cuando llegue la próxima Copa América.
¿Cómo proyecta su carrera?
La proyecto con Dios, porque el entregarse a Dios no va en contra de entregarse por completo al fútbol ni cualquier meta digna, como muchos creen. Las decisiones se van tomando poco a poco. Tengo 25 años y voy a disfrutar del fútbol cumpliendo objetivos durante el tiempo que me quede por jugar.
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