Lindsey Vonn: "Me entusiasmaba entrenar en Chile"
La estadounidense, la más condecorada en la modalidad alpina, repasa su carrera, que terminó hace pocos días tras el Mundial de Suecia, y proyecta su futuro.
Ha pasado más de una semana desde que Lindsey Vonn (34 años) finalizara su última carrera. Con un bronce en el Mundial de Are llegaba a su fin la vida deportiva de la esquiadora más exitosa de la historia. Días después fue ovacionada y recibió el título al espíritu deportivo en los premios Laureus Sport, los llamados Oscar del Deporte. "Ha sido duro aceptar que mi cuerpo no me deje seguir compitiendo. Solo llevo una semana, pero me siento rara, como una vaga", afirmó entre lágrimas al recibirlo.
La estadounidense ganó 82 carreras, lo que le adjudicaba el título de la más ganadora, pero ella iba por más, quería arrebatarle el récord absoluto al sueco Ingemar Stenmark, con 86. Pero su cuerpo no le permitió, agobiada por lesiones puso un término anticipado y dejando ir el anhelado récord.
En medio de su incipiente retiro, conversó con La Tercera sobre su carrera, el fin de la competencia y sus próximos planes.
Ha venido a Chile en más de una ocasión ¿que opinión tiene del país?
Siempre me pareció un país pintoresco y todos los años me entusiasmaba entrenar en Chile, cuando tocaba. Todas las veces que fui, me llamaba la atención la cantidad de perros sin dueño que caminaban por las calles. ¡Me daban ganas de llevármelos todos!
Desde su punto de vista, ¿quién asoma como el o la candidata a romper el mítico récord de Stenmark y el suyo?
Oh! Ojalá que por mí e Ingemar los récords se mantengan entre nosotros por un tiempo.
¿Está decepcionada por cómo terminó su carrera?
¡De ninguna forma! Estoy muy orgullosa de mi carrera, todo lo que logré y como terminó. No me arrepiento de nada.
¿Que pasó por su mente en su última carrera?
No podría elegir un mejor día para terminar con mi carrera de esquiadora. Estoy muy agradecida por todos los que fueron a apoyarme; a mi familia, mis amigos, mi novio y a todos los aficionados. Incluso a Ingemar. Lograron que fuera una jornada épica.
¿Cuando mira hacia atrás en su carrera, cuál cree que es su momento favorito?
¡Tuve tantos! Ganar siempre fue asombroso. Las victorias que más disfruté fueron en las que volvía de las lesiones. Y siempre voy a encontrar increíble todos los recuerdos que me llevo y todas las personas que conocí en estos años.
¿Y el menos favorito?
Sin dudas las lesiones me complicaron en toda mi carrera. Me enoja todo el tiempo que pasé en recuperación, lo podría haber ocupado feliz en la nieve. Pero igual me ayudaron a volver siempre más fuerte. Y estoy convencida de que las cosas pasan por algo.
¿Cómo se sobrepuso a las lesiones y reencontró cada vez la motivación?
Todas las veces me motivó volver de las lesiones, porque en mi interior yo sabía que no estaba lista con todo lo que quería lograr. Tenía regularmente metas y trabajé por cumplirlas. Obviamente y estoy muy agradecida de mis amigos y familia que estuvieron conmigo en esos días malos.
¿Cómo llega la decisión del retiro?
Después de todas mis lesiones aprendí a hacerme expectativas de lo que podía lograr con mi cuerpo. Este año fue distinto. Ya no era un asunto de que no quería más terapia, ni de que no me pudiera el entrenamiento. No fue una lucha de mente sobre cuerpo. Mi cuerpo en verdad ya no resistía más y tuve que escucharlo y asumir las consecuencias.
Cuando empezó, ¿pensó que iba a terminar así?
Sí, nunca dejé de creer en mí, aunque nadie más lo hiciera.
¿Qué viene ahora para Lindsey Vonn?
Voy a por lo menos intentar relajarme. Quiero pasar el tiempo con mi familia, mi novio y disfrutar el retiro. Además uno constantemente va creando planes en el camino. Hay muchas cosas que me gustaría hacer.
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