De camino al aeropuerto para embarcarse en su vuelo rumbo a Pucón, el canadiense Lionel Sanders (29) conversa con La Tercera. El excéntrico deportista del bigote (que se dejó crecer por una apuesta con un amigo y le quedó gustando); y la zancada inalcanzable (ésa que le permitió adjudicarse el pasado año el Mundial ITU de larga distancia); será, un año más, el hombre a batir en el Ironman por antonomasia del deporte chileno. El oriundo de Windsor (Ontario), del Skechers Performance, que encontró en el triatlón una redención y una forma de vida, analiza la competencia del próximo domingo.
¿Representa su favoritismo algún tipo de presión?
No, no siento ninguna presión. Llego con la intención de demostrar lo que he estado trabajando.
¿Todo lo que sea no ganar será un fracaso?
Haré lo posible para ganar, pero no pasa nada si no lo consigo. No siento presión por eso. Pero, sí, yo voy a Pucón para ganar la carrera, no voy para terminar segundo.
¿Nivel real de la prueba?
Felipe Barraza es un gran rival. Sé que tiene hambre, que quiere ganar y que va a tener el apoyo de la gente. Habrá que estar preocupado de él. Competir en tu país es distinto, un aliciente. Seguro que va a dar una gran pelea. Y también hay otro de México, Mauricio Méndez, gran nadador y gran corredor. Vienen buenos triatletas con distintas fortalezas. El nivel es bueno. Una prueba especialmente dura por la época del año. Es demasiado pronto saber qué puede pasar porque no todos llegan en su mejor estado de forma.
La carrera "más linda del mundo".
Sí, muy bonita. El tramo de nado en el lago, rodeado de árboles, de montañas, es muy bonito. Una bellísima estampa. Y con el tramo de bicicleta pasa lo mismo: es difícil prestar atención a la carrera. Y luego te encuentras con la multitud en la ciudad. Un contraste interesante porque sientes el apoyo de los hinchas, su aliento, su interés. Hay un gran ambiente, con la gente participando de la carrera. Ésa es la parte más singular, lo que la convierte en una competencia única. Y estoy de acuerdo, es de las más lindas del mundo.
¿Es el triatlón un deporte de hombres?
No lo creo. Hay menos mujeres, pero no es por falta de interés ni de compromiso. El triatlón femenino está creciendo, va a seguir creciendo y no hay ninguna razón para pensar que el triatlón es un deporte de hombres.
La favorita es Bárbara.
Es fenomenal. Muy humilde, pero una gran atleta. Su progresión es muy interesante pensando en los Juegos de 2020. Va a tener grandes rivales, como Flora Duffy, pero está dentro de un grupo reducido que puede pelear por el oro. Es una atleta fantástica.
Los problemas con el alcohol y las drogas estuvieron a punto de dar al traste con su carrera.
Si soy honesto, creo que soy una persona diferente hoy. Creo que me cambió la vida y que ahora soy una mejor persona, capaz de llegar más alto, de ir más allá.
¿Qué papel jugó el triatlón en su recuperación?
Estuve muy hundido en el alcohol y no sabía cómo hacer para cambiar mi vida. Y un día, no sé exactamente cuándo, me vino a la cabeza la idea de hacer triatlón. Tuve que buscarlo en Google y me pareció un deporte muy duro, casi imposible de realizar por las condiciones en las que estaba en ese momento. Estaba acabado cuando empecé a practicarlo, pero el entrenamiento lo cambió todo. Fui desarrollando capacidades, que no puedes cuando estás sumido en el alcohol. El triatlón me salvó la vida en ese sentido, me dio unas capacidades que ya no voy a perder.
Hace su preparación en un escenario muy particular que usted mismo ha bautizado como The Cave of Pain. ¿Cómo nació ese nombre?
Caminando en la naturaleza se me ocurrió el tema del entrenamiento indoor. Y realmente creo que el entrenamiento en interior es mejor que en espacios exteriores, porque no tienes ningún impedimento. Yo entreno todos los días bajo techo.He mejorado mucho en bicicleta, también en trote, y puedo practicar aunque esté nevando afuera. La natación también la entreno en ese espacio. Nado en una piscina que tiene espejos en el fondo para mejorar mis movimientos mecánicos. Ahí transcurre todo, en la cueva del dolor, que se llama así porque es donde hago todos mis trabajos físicos.
¿Cuáles son sus metas para este año que comienza?
La gran meta de este año y de mi carrera es ganar el Ironman World Championship de Hawái, y cada prueba, cada Ironman, es una oportunidad para aprender y prepararme para ese objetivo fundamental.