El Liverpool golpea otra vez al City y se mete en semifinales

Otra vez el Liverpool. Otra vez Jürgen Klopp. Los Reds volvieron a dejar en el suelo al Manchester City y clasificaron a las semifinales de la Liga de Campeones. En el Etihad Stadium, ganaron por 1-2 a los Ciudadanos y vuelven a meterse en la elite europea.

En la antesala, Guardiola dijo que su equipo necesitaba "el partido perfecto". En la práctica, eso se tradujo en un cambio de dibujo (línea de tres en el fondo) y ubicar a seis jugadores con características ofensivas: De Bruyne, Bernardo Silva, Sterling, David Silva, Sané y Gabriel Jesús. Los Reds afirmaban su ilusión en la ventaja de la ida, en su fuerza colectiva y en la capacidad de su entrenador en leer a Pep. No por nada le ganó siete veces en 13 enfrentamientos previos (ahora son 8 de 14).

En situaciones como la que enfrentó el City, la premisa es salir con todo. Aquello ocurrió porque pasaron dos minutos de juego y ya estaban en ventaja, con gol de Gabriel Jesús. Luego de una mala salida de Van Dijk (el holandés reclamó falta), Sterling cede al brasileño quien define ante el achique de Karius. La distribución ofensiva del City hizo que De Bruyne jugara como mixto, más atrás que de costumbre, casi a la altura de Fernandinho, el mediocampista más "defensivo". Mientras, al Liverpool le costó afirmarse en la cancha. La incomodidad era evidente. Cuando el local atacaba, los 11 de camiseta roja se metían en su campo.

Las ganas, el ímpetu, el vértigo que ponía el City también era una batalla contra el tiempo. Remataban de afuera sin éxito y reclamaron un par de penales, hasta que en el cierre del primer tiempo es anulado el 2-0 de Sané, por posición de adelanto tras una salida de Karius. El punto es que quien le cede el balón a Leroy es un rival, Milner. Por lo tanto, el gol fue mal anulado. Luego, Guardiola le reclamó al árbitro, el español Mateu Lahoz, lo que conllevó la expulsión del catalán. Vio el segundo lapso en las tribunas.

Puede que la ausencia de Guardiola haya perturbado el andar del City, pero lo cierto es que el inicio del complemento no fue bueno para el local. El Liverpool se soltó y encontró el empate, obra de Mohamed Salah (56'), quien definió con clase ante un achique de Ederson. El 1-1 fue duro para los de Manchester, porque más allá de la diferencia en el marcador global (1-4), el rendimiento decayó. Pep daba las instrucciones como podía, dándole mensajes a colaboradores, sin resultado.

En los 77', Walker falla un pase, Roberto Firmino la roba y se va de cara a Ederson, y define al segundo palo. El 1-2 que cerró la llave, puso a su escuadra en semifinales, asestándole un golpe al orgullo de un equipo millonario, que se construyó con el afán de levantar la Orejona.

Con esto, Manuel Pellegrini sigue siendo el único entrenador que ha metido al City en las semifinales de la Liga de Campeones. Aquello ocurrió en la edición 2015-2016.