Jürgen Klopp le da el primer golpe a Guardiola en una batalla que, seguramente, será la misma que la temporada anterior. Liverpool venció 3-1 a Manchester City y se llevó la Supercopa de Inglaterra en un partido con mucho ritmo y emociones en ambos arcos, con dos planteles millonarios, donde los portuarios marcaron la diferencia.
Una verdadera fiesta se vivió en Leicester. Los dos mejores equipos de Inglaterra no decepcionaron en el primer título de la temporada. Los Reds y el City animaron un partido de mucha intensidad con muchos estrenos oficiales de gran magnitud.
A los 3 minutos, Mohamed Salah ya había avisado para el cuadro de Jürgen Klopp. Pero en ese concierto de estrellas, Kevin de Bruyne devolvió la mano antes del diez minutos, con una clara ocasión ante el meta hispano Adrián San Miguel.
El campeón de la Copa FA volvió a avisar en un par de ocasiones, una de las cuales evitó el meta celeste Ederson, de manera prodigiosa. Sin embargo, el meta brasileño nada pudo hacer frente al impecable disparo de Trent Alexander-Arnold, quien abrió la cuenta a los 21 minutos.
Muy poco de Erling Haaland en la primera parte por el lado del City. Se espera más del noruego que solo tuvo una ocasión que Adrián tapó de manera perfecta, el mismo que evitó el empate de los Ciudadanos luego de un remate perfecto de Riyad Mahrez para que el duelo se fuera solo 1-0 al descanso.
Final de infarto
Liverpool se sentía cómodo con la ventaja y dejaba toda la responsabilidad al desesperado equipo de Josep Guardiola que, pese a tener la pelota, no encontraba los espacios para lograr el empate.
A los 58 minutos, Pep dispuso el debut oficial de Julián Álvarez, el delantero argentino que llegó desde River Plate después de consagrarse como el mejor jugador de América en 2021.
Al otro lado, el técnico alemán respondió con el ingreso del delantero Darwin Núñez, quien llegó desde el Benfica para hacer olvidar la salida de Sadio Mané al Bayern Münich.
Pero el catalán dio el primer golpe, porque fue el atacante transandino quien logró la igualdad a los 70 minutos. Si bien el cuerpo arbitral señaló fuera de juego, el VAR corrigió el error y dio el gol de Álvarez.
El tanto dio un nuevo ímpetu al cuadro mancuniano, pero el contragolpe de los rojos causaba daño en cada ataque. Así ocurrió a diez del final, cuando Salah centró para el charrúa Núñez, cuyo cabezazo dio en la mano de Rúben Días.
Un penal que la estrella egipcia remató con frialdad para lograr el 2-1 transitorio. En los descuentos, los pupilos de Klopp volvieron a hacer daño. Una jugada iniciada por el Faraón terminó en el cabezazo de Núñez para el 3-1, como para justificar los 75 millones de dólares que pagó Liverpool al Benfica lusitano.
Ni siquiera el tiro en el horizontal de Haaland -quien hizo muy poco- pudo opacar la felicidad de los portuarios que dieron otro golpe al City y se llevaron el primer título de la temporada inglesa.