El Liverpool vuelve a sonreír. Los Reds derrotaron al Brighton como visitantes por la cuenta mínima, gracias a un penal de Mohamed Salah a los 50'. Así, los dirigidos por Jürgen Klopp mantienen segura la punta de la Premier League.
No era un partido fácil. Tras la derrota ante el Manchester City y la posterior eliminación de la FA Cup, el Liverpool debía recuperarse psicológicamente para vencer y no seguir poniendo en peligro la cima.
El Brighton, sin embargo, lo hizo difícil. La escuadra visitante no registró una primera mitad con la contundencia que ha lucido durante el torneo, con Salah, Mané y Firmino poco conectados y bastante imprecisos.
Por eso, el triunfo se aferró al penal que convirtió Salah tras cinco minutos de haberse iniciado el complemento. El tanto le trajo tranquilidad al cuadro del técnico alemán, que comenzó a dominar el partido sin problemas. Lo preocupante fue la cantidad de oportunidades que comenzaron a errar, lo que en los minutos finales llevó al Brighton a presionar con todo por el empate.
Ahora la presión la tiene el City, que el lunes enfrentará al Wolverhampton.