“Terminé jugando muy bien y eso me tiene muy contento. Hubo puntos donde logré estar en un gran nivel”, declaraba Nicolás Jarry este miércoles tras su espectacular triunfo sobre Stefanos Tsitsipas (5º). Nico necesitó una hora y 51 minutos para deshacerse del griego en dos sets, en parciales de 7-6 (9-7) y 7-5, y así meterse en los cuartos de final del ATP 500 de Halle, de Alemania. Sus increíbles puntos dieron la vuelta al mundo y sacaron aplausos incluso de Roger Federer, quien fue homenajeado antes del partido del chileno.
Por lo mismo, el tenis nacional reaccionó rápidamente y con alegría por el presente de Nico. Uno de los que lo siguió atentamente fue Marcelo Ríos, con quien el pupilo de Juan Ozón tiene historia. El Chino aprovechó sus redes sociales para destacar el gran trabajo de Jarry: “Lo orgulloso que me siento de Nico, que está jugando con los mejores del mundo y ganando. Como lo dije alguna vez, es ahí donde pertenece. Felicitaciones a Juan (entrenador) por el increíble trabajo que han logrado. Suerte a ambos”.
Un consejo en un momento clave
Los consejo del Chino a Nicolás Jarry no son algo nuevo. En marzo de 2018, La Torre, que en ese momento era número 73 del mundo, jugó su primera final ATP en la arcilla de Sao Paulo, instancia en la que cayó contra el italiano Fabio Fognini (20°). Ríos esos años formaba parte del equipo chileno de Copa Davis, por lo que había trabajado con Nico en más de una oportunidad. Tras la derrota, el exnúmero uno tuvo unas particulares palabras.
En una filtración que se produjo en un grupo de WhatsApp, el Zurdo de Vitacura da cuenta de las fallas que veía en la duración de los partidos de un joven Jarry: “Muy bien, pero conversando con el hueón… lo que pasa es que con lo que mide debería ganar más fácil. Gana todo 7-6 el tercero, hecho mierda, en tres horas y cincuenta minutos. Llega a semis totalmente hecho mierda, porque con el saque que tiene debería ganar 6-3, 6-2 en las primeras rondas”.
Luego, muy en su estilo, el Chino compara esta situación con la de Nicolás Massu y la de él en sus años en la ATP: “Cuando juegue con hueones 100 tiene que ganar 6-3, 6-2. Si no va a ser como Vampiro (Nico Massú), que llegaba hecho mierda a la final o a semis, jugando 25 horas. No es como tu padre (por él mismo), que ganaba 6-0, 6-2 y llegaba a la final como nuevo”.
Por último, en esa oportunidad Ríos alertó sobre el riesgo de lesiones producto de encuentros innecesariamente largos: “Hablé con Jarry y me dijo que recién está aprendiendo. Pero se va a hacer mierda y se va a lesionar, con ese saque debería ganar fácil y gana cagando, entonces al final no hay cuerpo que aguante. Sólo el mío”.
Al parecer le hizo caso
Si se toman los resultados en el ATP 500 de Halle, Nico ha seguido el consejo que le dio Ríos en 2018, esto porque el lunes eliminó sin demasiadas dificultades en dos sets al francés Corentin Moutet y este miércoles también necesitó sólo dos sets para dejar en el camino a Tsitsipas, claro que en juegos más largos y complejos que su anterior rival.
El siguiente adversario será el alemán Alexander Zverev, el viernes, con quien marcha 2-2 en el historial.