La FIFA toma medidas tras los incidentes entre Países Bajos y Argentina. Luego del encuentro, comunicaban que: “La Comisión Disciplinaria ha abierto procedimientos contra la Asociación Argentina de Fútbol por posibles infracciones de los artículos 12 (Conducta indebida de jugadores y oficiales) y 16 (Orden y seguridad en los partidos)”. Con ese panorama, el primer castigado es Gerónimo Benavides.
Popularmente conocido como Momo, se trata de un streamer que oficiaba como la voz designada por la AFA para los partidos de la Albiceleste. Su misión era arengar a los hinchas en los estadios, anunciar las formaciones, relatar antecedentes de los enfrentamientos y gritar los goles. Sin embargo, esto no seguirá ocurriendo en la presente cita planetaria.
A través de sus redes sociales, fue el mismo Benavides quien dio a conocer la noticia. “Desgraciadamente, la FIFA me comunicó que no seré más la voz del estadio cuando juegue la selección, sin muchas explicaciones me dieron a entender que es a raíz de lo sucedido contra Países Bajos”, expresó.
Si bien acusa no conocer los motivos en detalle, el trabajador ha estado envuelto en más de una polémica a lo largo del certamen. Por ejemplo, en diálogo con Urbana Play FM, una radio de Buenos Aires, expuso una situación vivida en el cotejo entre los transandinos y México.
“Vino un loco con un micrófono y me dijo ‘presenta el gol’. Pero yo no tenía voz. Me dijeron, ‘mira, pibe, vos no puedes festejar los goles’. Yo estaba tirado en el piso rezando, mirando al cielo, gritando, y al lado del mexicano que me vio sacado y revoleando una botella”, fue su relato.
Junto a ello, luego del paso a semifinales, el streamer utilizó sus propias redes para descargarse en contra del arbitraje de Antonio Mateu Lahoz. “Saludito para los bocones y al juez. Que jugadores tenemos...”, escribió en su cuenta de Twitter. Más adelante, a través de su canal de YouTube, disparó en contra de la FIFA: “Nos cagamos en todos los que nos quieren cagar. Ahí los tienes, chau Holanda (sic) Aguante Argentina”, dijo.
Una vez que fue notificado y desafectado de sus funciones, intentó explicar la situación y justificarse en un video. “No hubo nada raro, no insulté a nadie, no me agarré a piñas (sic) con nadie, no tiré nada, no me metí donde no debía. No pasa por ahí. Lo van a entender cuando termine el Mundial. Pero da bronca porque hoy Argentina es el foco del odio”, arranca diciendo.
“Quiero que se entienda. Desde mi pequeño lugar traté de hacer lo que cualquiera haría en mi posición. Dirán que no respeté los protocolos, y es cierto. Decir los apodos de los jugadores, hacer que cante el estadio. Pero a ellos les sirvió, porque desde grupos hasta el partido con Países Bajos, hice exactamente lo mismo”, finaliza.