Llegada de Etcheverry, ex asesor de Sergio Jadue, profundiza el quiebre en directiva de la U: “Es una imprudencia, nos enteramos por la prensa”
El serenense asumirá labores de asesoría operacional y logística por un periodo determinado. La decisión golpeó a los detractores de Michael Clark en la mesa de la concesionaria, quienes exigen una reunión para tratar los temas pendientes.
El arribo de Mauricio Etcheverry a Universidad de Chile golpeó en la directiva de Azul Azul. Tal como publicó El Deportivo, el fichaje del serenense corresponde a una asesoría por un tiempo determinado, en la que deberá ayudar en la logística y planificación de diferentes áreas de la institución. No tomará decisiones en el club, sino que solo asesorará. Tampoco se entrometerá en las determinaciones de las diferentes gerencias. Más allá de eso, la llegada de la ex mano derecha de Sergio Jadue, quien hoy espera su condena en Miami por sobornos y corrupción, acrecentó el quiebre al interior de la directiva de Azul Azul.
Los 11 miembros que componen la mesa del equipo universitario arrastran diferencias desde que se conformó la directiva. Incluso, al momento de reelegir a Michael Clark como presidente de la concesionaria, el timonel recibió las primeras señales de los retractores. Los representantes de la casa de estudios, Andrés Weintraub y Carolina Coppo, además de José Joaquín Laso y Juan Pablo Pavez, representantes de la familia Schapira, no querían continuar con el ingeniero comercial al mando. Levantaron la candidatura de Coppo, quien finalmente perdió por 4-7, por lo que el actual mandamás sumó otro periodo en La Cisterna.
Es por esto, que la noticia del fichaje de Mauricio Etcheverry sorprendió a los detractores del proceso de Clark. Se enteraron por El Deportivo del arribo del serenense. Esto provocó que se comunicaran con la gerencia de la institución para pedir antecedentes. La información les fue ratificada.
José Joaquín Laso, abogado y representante de la familia Schapira, está molesto. Y lo deja en claro de entrada. “Nos enteramos por la prensa de la contratación, la que rechazamos totalmente. Pedimos una reunión de directorio urgente para tratar no sólo este tema y revertir la decisión, sino también la declaración de la Universidad, el reportaje de Ciper y otros”, dice a este medio.
Laso ahonda en la medida adoptada por Michael Clark: “La decisión demuestra una desconexión total de la situación del Club, y un desconocimiento de su historia y una falta de respeto no solo al directorio, por no informar, sino además a su hinchada”, agrega quien, durante la época de Carlos Heller, se desempeñara como el abogado titular del club estudiantil.
“No es la primera vez que nos enteramos por la prensa de una decisión adoptada, lo que hemos hecho presente y reclamado en las sesiones de directorio. Pero ante la nula respuesta, falta de respeto e inobservancia de las normas mínimas de gobierno cooperativo por parte de la administración de Sartor, nos vemos en la obligación de hacer pública esta situación dado que, el haberlo hecho desde el comienzo, en privado, donde corresponde que en las sesiones de directorio, donde este tipo de decisiones se deberían socializar y adoptar, y haber dejado constancia de estas críticas y reparos en las respectivas actas, no ha provocado ningún cambio en la forma de llevar adelante la gestión del Club, con los resultados que están a la vista”, cierra.
Desde la casa de estudios, en tanto, también se sumaron a las críticas del representante de la familia Schapira. “Es una imprudencia total, una tontera enorme e innecesaria. Tan tremenda que deslinda en el dolo, es decir, como si lo hiciesen a propósito o por influencias o presiones de algún tipo”, comenta Carolina Coppo.
Los últimos días ya habían sido tensos entre Sartor, la concesionaria que administra la mayoría de la mesa de Azul Azul, y sus detractores. Hace unas semanas, el propio Laso utilizó las redes sociales para criticar el liderazgo del club tras la dolorosa caída frente a Colo Colo, en Talca. “Me gustan más las películas antiguas. No sé por qué hoy me acordé de una... ¿Y dónde está el piloto?”, preguntó en Twitter.
Ayer, incluso, la casa de estudios condenó el liderazgo de Clark y la forma en la que se estaba llevando adelante el club. “Estimamos que los cuestionamientos a la transparencia en la propiedad del Club y las dudas que circulan en la opinión pública respecto de eventuales vinculaciones que pudieren existir entre sus autoridades y representantes de otros clubes y de jugadores, por la incertidumbre que ello genera en la comunidad, ponen en cuestión la transparencia y probidad, y no se condicen con los valores y principios que inspiran el actuar de la Universidad de Chile. Teniendo esto en cuenta, como directores de la Universidad de Chile ante Azul Azul S.A. exigimos a la administración enmendar el rumbo”, decía la misiva firmada por la Universidad.
La carta ya adelantaba el hecho de que Sartor actuaba sin consultar al resto de la mesa. “Nos encontramos desde hace tiempo disconformes con la manera en que se administra y gestiona la concesionaria por parte de sus actuales controladores. Las diferencias no se reducen solo a los objetivos del fondo de inversión que es propietario, el cual no parece estar comprometido con la historia y tradición de la U, sino que también se extienden a otros aspectos, en particular al proceso de toma de decisiones y a la relación y comunicación del Club con la hinchada”, cerraba.
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