Llegada sorpresa, conferencia presencial y un día elegido estratégicamente: la trastienda de la mediática exposición de Eduardo Carlezzo en la sede de la ANFP
El abogado brasileño se transforma en el protagonista de la ofensiva chilena para llegar por la vía administrativa al Mundial de Qatar. Este martes, su actuación se robó la atención de la opinión pública. En más de una hora, detalló cada uno de los aspectos de la denuncia. Cada detalle de su presentación estaba estudiado minuciosamente.
Eduardo Carlezzo llega puntualmente a la sala de plenarios de la sede de la ANFP y se instala en el centro del mesón que habitualmente ocupa el directorio de la corporación que rige al fútbol chileno. Pocos segundos antes, se había despedido de mano del presidente de la entidad, Pablo Milad, quien no lo acompañó en la comparecencia ante los medios de comunicación, que habían sido oportunamente convocados. El protagonista sería, completamente, el abogado que presentó, en representación de Chile, la denuncia contra Ecuador. Un profesional experto en estas disputas, que ya ha ganado casos similares en la FIFA, como el del paraguayo Nelson Cabrera, cuya resolución favoreció a Chile, aunque paradójicamente lo dejó sin ir a Rusia 2018, pero que ahora estaba convertido en una verdadera estrella. Sin ir más lejos, después de la presentación, contundente para muchos, menos para Ecuador, su nombre se posicionó como uno de los temas más comentados en las redes sociales.
La de Carlezzo fue toda una puesta en escena. Ubicado en el centro de la mesa, saludó en un entendible español y se lanzó a exponer cada uno de los puntos que sustentan la argumentación que Chile puso en conocimiento de la Unidad Disciplinaria de la FIFA, que este viernes resolverá el recurso que persigue que la Roja vaya a la cita planetaria por la vía administrativa. La tecnología fue uno de sus principales aliado. Apoyado en un computador portátil gris, que contenía cada una de las láminas que había preparado para mostrar la documentación que había recabado en conjunto con su staff, fue enumerando cada uno de los elementos que, en su criterio, configuran las irregularidades que cometieron Castillo y Ecuador. Su otro compañero fue un vaso de agua, al que acudió para mojar la garganta en medio de una jornada exigente para las cuerdas vocales. Más de una hora pasaría mostrando las evidencias antes de lanzar una conclusión categórica: “Sería escandaloso si FIFA no considera toda esta carga. Llevo 20 años, representando casi mil casos en FIFA y pocas veces vi una carga probatoria tan grande. Es mucha cosa”.
Detalles estudiados
La presentación de Carlezzo está lejos de ser casual. Primero, por la intención del abogado de poner en evidencia el intenso trabajo que realizó con los miembros de su oficina y cada uno de los pasos que dio para llegar a las conclusiones que le permiten afirmar su tesis: que Castillo es colombiano, que Ecuador incurrió en falta y que, por ende, debe quedar fuera del Mundial. La intención se puede leer doblemente: por un lado, el profesional buscaba acreditar que había realizado un trabajo exhaustivo y, por otro, poner un grado de presión sobre una instancia que, por la naturaleza de su especialidad y por la frecuencia con la que suele recurrir a ella, podría sentir ese asedio.
Por todas esas razones, y seguramente algunas más, Carlezzo dio pasos fríamente calculados. El domingo se apareció por Santiago, con la intención de ser él quien expusiera minuciosamente las gestiones que había realizado. Y apenas llegó, determinó que el martes sería el día en que se reuniría con la prensa. Esa decisión tampoco es casual: buscaba conocer los argumentos que Ecuador había presentado ante la Unidad Disciplinaria de la FIFA. La federación que preside Francisco Egas había recibido plazo hasta ese día de parte de la entidad que rige al fútbol mundial para exponer sus razones. El nivel de contactos de Carlezzo le iba a permitir tener acceso a esa documentación.
Ya en Chile, se abocó a preparar los detalles de la comparecencia ante los medios de comunicación. Una de sus exigencias fue que la conferencia fuese presencial. La razón no era otra que mostrar ante el periodismo todos los antecedentes que había reunido, entre los que figuran varios documentos oficiales e, incluso, eclesiásticos, como el certificado del bautismo del jugador en Colombia, una de las principales pruebas de la ofensiva jurídica.
Reunión con Milad
La imagen que muestra a Carlezzo junto con Milad fue, en rigor, una despedida. Aproximadamente media hora antes de entrar a la sala de plenarios de la ANFP, el abogado estaba reunido con el presidente del fútbol chileno, al que puso al tanto de todos los antecedentes que manejaba hasta el momento. También le planteó todos los escenarios posibles, incluido el más pesimista de todos: que la FIFA efectivamente reconozca la gravedad de los antecedentes, pero que, en virtud de la cercanía del repechaje y de la estrechez de los plazos que involucraría continuar con la controversia opte por sanciones diferentes a la marginación del combinado del Guayas.
En ese contexto, cobra relevancia la cronología de hechos. Y surge la posibilidad de que, en alguna medida, el timming de la acusación pueda jugar en contra. Hace poco, de hecho, el ex seleccionador nacional Martín Lasarte reconoció que había sido puesto en antecedentes y que había transmitido la información al coordinador Patricio Jerez, quien, a su vez, debía derivarla al director deportivo de las selecciones nacionales, Francis Cagigao. “Estoy tratando de quedar un poco al margen de todo. En su momento, nos llegó el dato. Alguien de Paraguay nos avisó y yo se lo hice saber a Patricio Jerez. Creo que ellos (Paraguay) también reclamaron en su momento. Yo elevé el tema y el reclamo quedó en nada, me dijeron que no tenía sustento. Había que cumplir con ciertas horas que te da la FIFA para hacer denuncias, era todo un trámite”, expresó el estratega después de su salida.
En ese diálogo, Carlezzo también le explicó a Milad que esperará el dictamen en Chile. La razón es meramente estratégica. El profesional buscará consensuar con la dirigencia de la ANFP la planificación para el próximo paso, considerando que se da por descontado que al caso le quedan dos instancias más: la apelación en la misma FIFA y la solicitud del arbitraje en el TAS, que, en definitiva, pondrá final a la controversia y determinará si la Roja va o no al Mundial.
La presentación de Carlezzo tampoco descuidó detalles sicológicos. En todo momento, el abogado procuró mostrarse seguro y convincente. Cuidó su tono, con el propósito de intimidar, en algún sentido, a la contraparte. En Ecuador no vacilaron en calificar su actuación como “un circo”.
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