Llorando por Bascuñán

¿Por qué Julio Bascuñán no dirigió en Rusia? Tendríamos que recurrir a la historia para ver por qué los árbitros chilenos que son nominados al Mundial no participan activamente como jueces principales.

Tenemos el caso emblemático del actual alcalde de Coihueco, Carlos Chandía, quien siendo uno de los mejores árbitros de Sudamérica y teniendo como respaldo a Harold Mayne-Nicholls, sólo participó como cuarto juez en Alemania 2006. Eso nos deja evidencia de que a pesar de tener a uno de los mejores dirigentes a nivel sudamericano, como el ex presidente de la ANFP, no alcanzó para que Chandía dirigiese un partido como réferi central.

Con ese antecedente, ¿qué podíamos esperar para Bascuñán? Si yo comparo la capacidad para dirigir encuentros de clase A, tendría que poner a nuestro compatriota en uno de los lugares privilegiados de la órbita sudamericana. Por eso resulta inconcebible que colegiados de la talla del paraguayo Enrique Cáceres, muy cuestionado en este Mundial pero con el respaldo de la Confederación Sudamericana que está en Paraguay, dirigiese dos juegos con un desempeño realmente desastroso.

De igual manera, puedo manifestar que el colombiano Wilmar Roldán también saca cuentas tristes después de la cita, ya que en un actuar tozudo y terco, no acató el protocolo del VAR. Por lo tanto, se vino muy cuestionado por la Comisión Arbitral de la FIFA. Debo recordar que este árbitro tiene el respaldo de Óscar Julián Ruiz, quien pertenece a la Comisión de Arbitraje de la Conmebol. Apunto que dicha entidad está integrada por Héctor Baldassi (argentino, igual que el Pito Pitana), Jorge Larrionda (uruguayo, igual que Andrés Cunha) y Wilson Seneme (brasileño, tal como Sandro Ricci). Como se ve en el detalle, todos los árbitros señalados anteriormente tienen respaldo de esta comisión.

No quiero llorar por la herida por defender a un compatriota, pero desde mi humilde punto de vista, Julio Bascuñán tiene la capacidad de dirigir cualquier partido clase A.

Recordatorio para Enrique Osses: siempre es importante que el profesor a cargo de la institución tenga la capacidad de hacer lobby por sus árbitros. Dejó harto que desear.