Los sueños de fútbol a veces se hacen realidad, depende del ahínco que se ponga en obtenerlos. Así se puede resumir en las negociaciones que mantuvo Universidad de Chile para traer a Zinedine Zidane al campeonato nacional, hace poco menos de veinte años.
La historia la narró Marcos Kaplún, histórico director de Universidad de Chile, quien tomó el teléfono para dar el gran golpe de mercado en ese entonces. La idea de tener a Zizou en Santiago no fue tan lejana, a pesar de que el exvolante francés de excusó por rechazar el ofrecimiento.
“Yo lo contacté en 2006, después de que se retiró en Real Madrid. Hablé con su representante en ese entonces (Alain Migliaccio). Yo le transmití la invitación de que viniera a jugar a la U. Nos dijo que se quería quedar en Europa”, aseguró el exdirectivo de los universitarios.
Eran tiempos complejos para el talentoso mediocampista. Aún estaba fresca su polémica expulsión en la final del Mundial 2006, cuando propinó un cabezazo en el pecho al italiano Marco Materazzi, a los 110 minutos.
Una situación que advirtió el árbitro argentino Horacio Elizondo, quien terminó así la carrera futbolística del exfutbolista de origen argelino.
Una jugada que costó cara al futbolista y también a los Bleus que finalmente perdieron el título ante la Azzurra en los penales, por 5-3, después de empatar 1-1 en los 120 minutos de partido.
“Hablamos con Zidane después de que estuvo complicado por el cabezazo en la final de Alemania 2006. Nunca se habló de valores ni nada parecido. Hubiera sido muy bueno. Fue la misma locura de cuando se me ocurrió traer a Patricio Yáñez en 1990, yo lo traje cuando estaba en el Betis de España”, confirmó Kaplún.
Asimismo, agregó que era otros tiempos en el cuadro azul y explicó que “yo tenía plena libertad, se lo planteaba al directorio de la U y me daban la autorización, eso era así”.
Un trabajo integral
La llegada de Zidane al campeonato nacional bien hubiera sido un golpe de mercado no solo para Chile, sino para toda la región sudamericana. Pero los planes de los universitarios no apuntaban solo al plano del primer equipo, cuando ya se había gestado el regreso de Marcelo Salas.
Un proyecto “integral”, en el que la estrella francesa tendría un papel preponderante en el ejemplo y la formación de los futuros futbolistas que llegarían al plantel titular, tal como lo explicó Kaplún.
“Nuestra idea era que también trabajara con las inferiores del club, era un trabajo integral. Hubiera sido un golpe mediático y se habría financiado solo, eso está muy claro”, reconoció el exdirigente.
Un trámite personal del exconsejero de Universidad de Chile, quien contó a El Deportivo cómo pudo llegar al entorno de quien, después de su exitosa carrera como futbolista, se consagró como técnico de Real Madrid, club con el que ganó 11 títulos, entre ellos tres versiones de la Champions League.
“Yo era presidente de todos los clubes judíos de América Latina, como miembro del ejecutivo del Maccabi mundial. Normalmente, en todos los países, la gente de la colonia está metida en los clubes. Entonces, me fue un poco más fácil”, aseveró Kaplún.