Lobuwan vuelve por todo
El atleta keniata regresa a Santiago tras ganar en 2017 y establecer la mejor marca de la prueba y de todas las que se han corrido en suelo sudamericano.
Luka Rotich Lobuwan (31 años) llegó el martes a Chile desde Kenia, junto a otros ocho compatriotas que correrán el Maratón de Santiago. Ésta será su cuarta participación. Lobuwan, quien en 2015 fue ganador y en 2016 se quedó con el segundo lugar, decidió regresar el año pasado, en busca de su título, y lo logró. Con un tiempo de 2.9'37", se coronó campeón de los 42k y se adueñó de la mejor marca histórica de la competencia, e incluso de las registradas en Sudamérica.
Ha pasado un año desde entonces, y volvió al país a revalidar su título. Delgado, silencioso y un poco tímido, accedió a conversar con La Tercera, un poco quisquilloso, y sin querer separarse de su grupo.
Dice que algo entiende de español, pero opta por el inglés. Responde corto, preciso, pero seguro. No se da muchas vueltas. "Desde que llegamos hemos estado entrenando con el equipo. No hemos salido a recorrer la ciudad ni nada, sólo enfocados en la competencia. Básicamente entrenar y estar en el hotel, nada más", afirma. Ya ha estado en la capital, así que no tiene interés en recorrerla, viene a correr, y no permite que nada se interponga en su foco.
"Desde hace tres meses que estoy enfocado en este maratón. Me he estado preparando mucho, todos los días", afirma, y luego agrega rápidamente: "Para mí la clave de todo está en la alimentación. Como de todo, pero equilibrado". Le pregunto qué espera para este año, y antes de terminar la frase, dispara: "Quiero correr bien y ser el mejor. Romper la marca y mejorar mi nivel. Romper con las dos horas nueve. Eso".
El mejor registro del keniata data de 2013, cuando deslumbró en 2. 8' 12" en Canadá. Su ambición no decae, y este 2018 busca batir su récord personal en Santiago.
Ya se quiere ir, no quiere conversar más. Pero antes, responde amablemente que uno de los motivos por los que le gusta la capital chilena es su gente: "Me tratan bien", agrega. "Acá se corre bien, porque el camino es bueno, lo que facilita todo. Lo cierto es que la carrera no se me hace difícil, la disfruto. Me gusta mucho".
El lunes regresa a Kenia junto a su equipo, para continuar sus entrenamientos. El tiempo es oro, bien lo sabe Luka. Una milésima lo cambia todo. Se da vuelta, y regresa con los suyos, quienes conversan en su idioma y escuchan música, a tres días de correr en Santiago 2018.
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