Localía, inversión y dudas eternas sobre su continuidad: el listado de errores de Cruzados que lapidaron a Nicolás Núñez en la UC
La caída frente a Coquimbo Unido, con la consecuente eliminación en la Copa Sudamericana aborta de cuajó la gestión del entrenador, quien había reemplazado a Ariel Holan precedido de deslumbrantes campañas en Magallanes. El técnico no fue el único que cometió equivocaciones durante el ciclo. Rodrigo Valenzuela asumirá el interinato.
El mensaje formal de Cruzados deja entrever la amargura que provoca la decisión, pero la consigna desde el comienzo. “Comunicamos que el Directorio de Cruzados, en conjunto con la gerencia deportiva, han determinado poner fin al contrato de Nicolás Núñez como entrenador de Universidad Católica”, explica la entidad a través de un comunicado público que da cuenta del fin de la gestión del entrenador, quien el 24 de julio del año pasado había sido anunciado como el reemplazante de Ariel Holan en la banca estudiantil.
“Nicolás Núñez es un profesional formado en nuestra institución y que luego de su retiro como futbolista comenzó su proceso de entrenador, reflejando siempre los valores que inculcamos en Universidad Católica”, expresó la entidad, en alusión a una variable que resultó clave par su fichaje. La otra: sus deslumbrantes campañas con Magallanes, al que devolvió a la Primera División después de 36 años, al que condujo a levantar una Copa Chile y logró hacerlo ganar una Supercopa. Eran los días en que el estratega era considerado como el Niño Maravilla de las bancas chilenas y en los que más de alguien se atrevió a proponerlo como candidato para la banca de la Selección, cuando el trabajo de Eduardo Berizzo no arrojaba los resultados esperados. De momento, su puesto será reemplazado por Rodrigo Valenzuela, quien ya se acostumbró a asumir los interinatos cuando en Las Condes no andan bien.
Errores propios y ajenos
Núñez, quien fue notificado en la mañana de este jueves de una decisión que ya se venía meditando hace días, llegó a la banca estudiantil con la promesa de imprimirle un nuevo estilo al juego cruzado. Su Magallanes había mostrado predilección por el buen trato de balón con el añadido de una velocidad y agresividad mayores que los que contenía el sello histórico del club y, más recientemente, la propuesta de Holan. De su influencia se esperaba una revolución. “Nuestra tendencia es querer mandar con el balón. Me gustaría que fuese por más momentos, pero tenemos una línea clara de lo que queremos hacer”, había definido en su paso por los albicelestes, a modo de declaración de principios. Influencias, por cierto, no le faltaban. Desde Fernando Carvallo, quien le había dirigido en los cruzados hasta Josep Guardiola y Manuel Pellegrini, con quienes se reunió para adquirir parte de sus conceptos, fue moldeando una idea que, desafortunadamente para sus pretensiones, nunca logró traspasar a sus dirigidos en la precordillera. En el choque ante Coquimbo Unido, por ejemplo, tuvo el balón, pero no causó daño: la UC ni siquiera registró remates al arco.
Los resultados tampoco llegaron. Si bien la determinación es precipitada por el adiós en la Sudamericana, un torneo clave para el club, considerando los recursos económicos que entrega, lo concreto es que el balance está muy por debajo de las expectativas. En los 18 partidos en los que alcanzó a dirigir, logró solo cinco triunfos y seis empates. El resto fueron derrotas. Se marcha con un escuálido 38,9% de rendimiento, inferior incluso al 45 por ciento de efectividad que le costó el puesto a Holan.
La dirigencia había dado contundentes señales de insatisfacción. Al término del torneo anterior, Juan Tagle, el presidente de Cruzados, las había revelado a El Deportivo.
“Llegamos a acuerdo de salida con Ariel, amistoso, pero es algo que uno nunca quisiera. Fue algo insostenible, el propio técnico sintió que no le estaba llegando al equipo. Ahí fuimos a buscar a Nico (Núñez), y a él también le costó porque no armó el plantel. Terminamos logrando el objetivo mínimo clasificando a la Copa Sudamericana. No hicimos una cena de celebración, pero se terminó con optimismo, ratificando a Nico”, explicó. Y dejó entrever el mecanismo que, finalmente, le terminó costando la salida al entrenador. “No, pero había una evaluación a final del torneo, él lo tenía claro. Si el equipo terminaba jugando muy mal, perdiendo los últimos tres partidos, no sé cuál hubiese sido el resultado de la evaluación. Eso fue rápido al ver que el equipo subió su nivel”, expresó, entonces, respecto de eventuales dudas respecto de su continuidad. La clasificación a la Copa Sudamericana se transformó, en efecto, en el sostén para el entrenador. “Es verdad, pero nosotros siempre tuvimos claro que no era justo evaluar a este cuerpo técnico con este saldo de torneo porque este plantel no lo armó él. Era un equipo golpeado, Nicolás lo dijo. Mostró buen funcionamiento, subió el nivel de jugadores, reconstruyó el espíritu del equipo”, valoró, entonces, el dirigente.
Este jueves, el propio presidente de Cruzados detalló cómo se fraguó la salida del entrenador. “El directorio junto con el gerente deportivo se reunió anoche, evaluó extensamente la situación, todo el periodo, digamos, de Nico Núñez como cuerpo técnico, y en especial el comienzo del torneo de este año y el partido del día martes, y en una decisión que resultó sin duda muy difícil por el aprecio, por el respeto al trabajo y dedicación y profesionalismo de Nico, que no está en ninguna duda, pero pese a eso tomamos la decisión como directorio anoche de acortar la salida del cuerpo técnico de Nicolás. Esa decisión se la comunicamos hoy en la mañana”, confesó.
Un club con otro foco
La UC se diversifica en varios frentes. Por un lado, procura mantener el protagonismo competitivo, pero, por otro se distrae en una realización de mayor alcance: la construcción del nuevo San Carlos de Apoquindo. Aunque Tagle y su dirigencia se han esforzado en establecer que la prioridad sigue estando puesta en la consecución de los objetivos deportivos, irremediablemente se han producido contratiempos derivados de la construcción. El más evidente es la permanente necesidad de trasladar la localía. “No, en absoluto. Lo que sí es que la falta de nuestra cancha ha tenido un impacto deportivo. No es excusa, es una realidad. En San Carlos nos hacíamos fuertes, en los clásicos, por ejemplo. En un principio, el Santa Laura lo íbamos a usar solo nosotros y ellos (U. Española). A último minuto apareció la U. No es contra la U, pero sentimos que la cancha se estaba sobrecargando. Fue una dificultad adicional. Al final la cancha del Santa Laura mejoró harto su nivel, y esperamos que este año 2024 nos acompañe más todavía la gente”, declaró Tagle en su momento.
La prueba más reciente es que el doloroso traspié que le costó el puesto a Núñez se produjo en Concepción, donde los cruzados recibieron al equipo de Fernando Díaz. Históricamente, el reducto de Las Condes se transformó en uno de los factores claves para explicar el poderío de la escuadra. Y hay un factor adicional: el plantel cruzado está acostumbrado a realizar su preparación en buenas canchas. En las que ha ejercido la localía no siempre ha encontrado tal condición.
Para peor, los refuerzos tampoco han logrado cambiarle la cara al equipo. La UC mezcló experiencia y proyección en la elección de sus nuevas piezas. Agustín Farías, Alfred Canales, Nicolás Castillo, Lucas Menossi, Guillermo Soto y Joaquín Torres arribaron con la pretensión de transformarse en pilares de la nueva estructura. Sin embargo, el resultado ha estado muy lejos de lo esperado. Ninguno, siquiera, se ha hecho presente en algún marcador.
En ese plano, cobra relevancia el juicio histórico. ““Hay que ver los rendimientos individuales también. No solo se da acá. Hay equipos que ganan con uno o dos remates. Hay una cosa que tiene que corregir es el último cuarto de cancha, la cercanía del área. En remates y ocasiones más claras de gol. Después, son los protagonistas son los que deciden. Hay una idea y en esa idea el futbolista debe tomar decisiones. Si me dicen que no tengo que pasar, pero la cancha está libre, tengo que pasar, más allá de que el entrenador me dijo que no pasara. Pasa mucho que los jugadores no toman decisiones. No hay uno contra uno y eso es porque no toman decisiones. El entrenador entrega una idea de lo que pueda pasar, pero el que desarrolla es el futbolista. Siempre se les carga la mano a los técnicos, pero hay una responsabilidad de los futbolistas”, apuntó, por ejemplo, Osvaldo Hurtado, figura consular de la escuadra del sector oriente de la región Metropolitana.
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