El Wells Fargo Center fue una fiesta este miércoles. Los 76ers completaron el trámite y cerraron la llave ante los Washington Wizards, asegurando nuevamente su presencia en las semifinales de la Conferencia Este, la piedra de tope del equipo de Filadelfia durante las últimas temporadas. Ahora deberán medirse ante los Atlanta Hawks, quienes vienen crecidos tras eliminar a los Knicks en el Madison Square Garden.

Los 76ers eran los favoritos, de eso no hay duda. El equipo liderado por el mítico Doc Rivers son, junto a los Nets, las potencias del Este durante 2021. Un equipo ordenado y sólido, que encontró en sus fichajes el impulso necesario para pelear por el anillo. Por eso la serie ante los Wizards se celebra con mesura, casi como una obligación.

Ni Westbrook ni Bradley Beal fueron un problema para los de Filadelfia. El partido perdido en la capital, que dejó la serie 3-1, tampoco. Todos en Pensilvania sabían que tenían el pase a semifinales en el bolsillo y hoy lo formalizaron. 129 a 112 para volver a las semifinales, ronda donde quedaron eliminados en 2018 y 2019. Todos confían en que esta sea la temporada en que vuelvan a una final. La última vez fue en 2001 con Allen Iverson a la cabeza.

El único problema para los 76ers es el estado de su jugador franquicia, Joel Embiid. El pívot sufrió un desgarro en sus meniscos y no pudo estar en el juego de esta noche. Una lesión que según el mismo equipo será evaluada día a día. Hoy Seth Curry y Tobias Harris tuvieron que tomar el protagonismo.

Atlanta quiere dar el batacazo

Si hay un equipo que ha demostrado tener personalidad en estos Playoffs, son los Atlanta Hawks. Llegaron silenciosos, pero enrabiados al Madison Square Garden, con un único objetivo: terminar con el hype de los New York Knicks. Y vaya que lo hicieron. 4-1 la serie para los de Georgia, que protagonizaron una guerra a lo vieja escuela ante la escuadra azul y naranja.

Declaraciones picantes de sus jugadores franquicias, roces en la cancha y unos fans que dejaron en claro por qué la NBA perdía su magia cuando se jugaba a puertas cerradas. Atlanta y Nueva York tuvieron su propia guerra por el pase a semifinales. Una que terminó con el mítico Square Garden siendo silenciado por Trae Young.

Los Knicks pecaron de inexpertos, sí. Randle no apareció durante toda la serie, también. Pero Atlanta es el gran responsable de aquello. Un estilo de juego que incomodó en todo momento al ganador del premio al Jugador Más Progresado de la temporada, y referente del equipo de la gran manzana. Julius aún escucha los canticos de “sobrevalorado” que le dedicaron los fanáticos de los halcones en Georgia.

103 a 89 el juego cinco, uno que viene a revalidar la gran gestión de los Hawks esta temporada, quienes armaron un equipo espectacular para esta campaña. Ahora están crecidos y quieren el todo por el todo. Si alguien puede dar el batacazo, son ellos.