La Copa América está a la vuelta de la esquina. En menos de dos semanas, los ojos del mundo futbolístico estarán puestos en Brasil, donde Chile busca conseguir un tricampeonato continental. El combinado nacional, como a lo largo de toda esta década, llega con una base de jugadores titulares que prácticamente se recita de memoria, y detrás de ellos asoma un grupo de futbolistas que lleva mucho tiempo luchando por instalarse en ese sitial de inamovible.
Justamente, es ese grupo al que está observando muy atentamente Reinaldo Rueda. Porque los consagrados tienen su camino hecho en la Selección y pase lo que pase en en el torneo, se habrán ganado un lugar gigante en la historia del fútbol chileno. Sin embargo, son los denominados actores secundarios de la Roja los que tienen que dar el salto cualitativo para primero consolidarse y posteriormente confirmarse como jugadores confiables para las eliminatorias.
En ese grupo se encuentran Erick Pulgar, Nicolás Castillo, Paulo Díaz, Guillermo Maripán, Junior Fernandes y Ángelo Sagal. Los tres primeros ya han tenido partidos de eliminatorias e, incluso, el volante del Bologna y el delantero del América de México ya participaron del título de la Copa Centenario. No obstante los años de recorrido en la Roja, siguen estando lejos de ser seleccionados de los denominados grandes partidos. Los tres restantes han sido apuestas del colombiano, algunas más que arriesgadas como el caso de los delanteros, sin embargo, no parece decidido a renunciar a sus habilidades más allá de que las respuestas han sido bajas.
La mochila más pesada
El que más responsabilidad tiene en esta Copa América es sin lugar a duda Pulgar. La decisión de Rueda de marginar de su proceso a Marcelo Díaz y las palabras del propio técnico en el sentido de que el antofagastino tenía las características suficientes para igualar el juego del volante de Racing, ponen suficiente presión sobre el jugador del Bologna. Lamentablemente el último antecedente de Erick en la Selección fue la derrota ante México en marzo pasado, donde no pudo marcar presencia en el medioterreno.
No es menor lo que debe plantearse Rueda con Pulgar, toda vez que en la Selección lo utiliza en una posición distintas a la que habitualmente el jugador luce en el Calcio. En Europa, se mueve preferentemente como segundo volante central, con mucho juego sin balón y apareciendo por sorpresa desde atrás, aprovechando su gran zancada. En la Selección, en cambio, situado como eje central no tiene la facilidad para la organización y la elaboración desde el fondo, lo que obliga a Aránguiz o al propio Vidal a retroceder muchos metros para tomar esa responsabilidad y así permitir que el balón llegue más limpio a la zona de ataque.
En aquel amistoso ante los aztecas ocurrió que por largos pasajes tanto Aránguiz como Vidal se saltaron a su compañero en la primera fase de elaboración, lo que anuló en cierto modo cualquier influencia de Pulgar en el juego, al punto de que Rueda al partido siguiente situó en esa posición a Esteban Pavez, más acostumbrado a ubicarse como volante central.
Para Rueda, sin embargo, es un número fijo. El técnico maneja ha seguido con detención su rendimiento en la Serie A de Italia. Maneja su efectividad de pases, sus kilómetros recorridos, número de quites y disparos al arco. Y su conclusión es contundente: es el jugador del futuro y está por encima, incluso de Marcelo Díaz. Es la apuesta más importante del técnico colombiano.
Otro que tendrá que luchar por un lugar entre los titulares es Nicolás Castillo. Pese a que lleva ya más de seis años en la selección adulta y una consagración a nivel continental, Nico sigue con el cartel de 'promesa' colgado en el cuello. Ni siquiera en sus mejores momentos a nivel de clubes pudo desbancar a los dos habituales titulares de la Roja en esta década. Lamentablemente para el ariete, sus goles con la casaquilla nacional asoman a cuentagotas (4 en total). Lo que es más dramático, ninguno ha sido por los puntos, aunque se puede considerar el penal en la definición ante Argentina en la Copa Centenario con un valor especial.
Habrá que ver el dibujo táctico que elige Rueda en Brasil para saber si arrancará como titular el hombre formado en la UC. Ni siquiera la larga ausencia de las convocatorias de Eduardo Vargas ni el bajo nivel futbolístico de Alexis Sánchez, le aseguran iniciar desde el arranque en el debut ante Japón. Con 26 años, Castillo quiere despercudirse de una vez por todas del rótulo de suplente de la dupla más goleadora de la historias de la Selección.
Maripán y Díaz seguramente están llamados a ser la dupla de centrales de la Roja en las eliminatorias, especialmente si el jugador formado en Palestino regresa al fútbol argentino. La experiencia de ambos a nivel internacional es un plus sobre el resto de sus eventuales competidores en el futuro inmediato. Ahora, el gran reto de ambos, es ver si son capaces de desbancar a los dos habituales centrales de la Selección, como Medel y Jara. La concesión que hizo el colombiano con el Pitbull, al reubicarlo en el fondo de la cancha pese a que su decisión inicial era que los defensores fueran altos, le hizo un flaco favor a la renovación, aunque a la luz de lo ocurrido en 2018, le devolvió una cuota de seguridad a la zaga.
Los hijos de Rueda al pizarrón
Con Fernandes y Sagal, Rueda parece jugarse dos cartas peligrosas desde el primer día. No solo porque son dos jugadores a quienes los hinchas les perdieron la paciencia, sino porque además sus actuaciones en la Selección resultan más que contradictorias. Son dos futbolistas con cierto recorrido en la Selección, con presencias por ejemplo en las eliminatorias y la Copa de las Confederaciones, a los cuales parecen haberles dado más chances de las merecidad. Y pese a las oportunidades que han disfrutado, todavía ninguno parece convencer a sus críticos de por qué han estado presente en las convocatorias, más allá de que el propio entrenador alguna vez reconoció que sus equipos partían con ambos.
Lo de Fernandes lo justificó el colombiano desde el punto de vista de la efectividad que dispuso en la última liga turca. Sus goles los valoró en oro el técnico de la Roja, al punto de incluirlo en la nómina por sobre otros jugadores como Jean Meneses o Felipe Mora. En el caso de Sagal, su llamado parece más un apego a aquella frase del pasado en donde se declaró un admirador de su juego que a un premio a su presente en el Pachuca. Sin ir más lejos, el cuadro mexicano le busca una salida por su bajo rendimiento en el último semestre. Y aún así, se ganó un lugar en la Copa América. La respuesta para esta convocatoria la tendrá el propio técnico desde el 17 de junio.
Cuando el técnico campeón de la Copa Libertadores en 2016 llegó a Chile, su proyecto era encontrar a dos o tres jugadores por línea pensando en la renovación. Su plan no salió como esperaba. Ahora el DT considera exitoso tener a un nombre por línea. Son los futbolistas por los que se juega Rueda y que están obligados a responder Brasil 2019.