Los All Blacks, vigentes campeones, se enfrentarán a Inglaterra en las semifinales de la Copa del Mundo de rugby gracias a su clara victoria contra Irlanda (46-14) este sábado en Tokio en cuartos de final.
La otra semifinal opondrá a los ganadores de los otros dos partidos de cuartos de final, Gales-Francia y Japón-Sudáfrica, que se celebran el domingo.
En su búsqueda de una tercera corona mundial consecutiva, Nueva Zelanda posó siete tries, dos de ellos obra de Aaron Smith, para hacer callar a los ruidosos aficionados irlandeses, que acudieron en masa a Japón para apoyar a su selección.
Pero el entusiasmo de los de verde fue simplemente insuficiente para detener el rodillo negro que cayó sobre el XV del Trébol, que se marchó al descanso con una desventaja de 22-0 y una defensa con fugas por todos lados.
El de este sábado fue el último encuentro con la camiseta de su selección del hooker y capitán Rory Best, que sin duda hubiera preferido otra despedida. El seleccionador, Joe Schmidt, también dijo adiós al cuadro irlandés con esta derrota.
Inglaterra en el camino
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Foto: Reuters.[/caption]
Inglaterra, enorme en defensa y muy acertada en ataque clasificó gracias a su amplia victoria sobre Australia (40-16) este sábado en Oita (sur de Japón).
Ausente en las 'semis' de las dos últimas ediciones en 2011 y 2015, el XV de la Rosa dominó claramente a los australianos, posando 4 tries y aprovechando el buen pie de su capitán Owen Farrell, autor de 20 puntos.
"Hemos hecho lo que teníamos que hacer. Hemos tomado ventaja y Australia ha lanzado todas sus fuerzas a la batalla", declaró Farrell al terminar el encuentro. "Fue una buena actuación pero no tenemos la sensación de estar todavía a nuestro mejor nivel".
Esta victoria coloca a Inglaterra como un rival a tener muy en cuenta, algo que su seleccionador, Eddie Jones, lleva pregonando cuatro años. El australiano ha preparado al XV de la Rosa para imponerse en Japón, país al que también hizo progresar luego de conducir a Australia a la final del Mundial-2003 contra, precisamente, los ingleses.
Jones no hizo ningún regalo a su propio país ni a su excompañero de equipo y amigo Michael Cheika, el seleccionador de los Wallabies, cuya eliminación en cuartos confirma su declive, perceptible en los últimos años.
"Estoy muy decepcionado, obviamente. Imagino que todos los australianos lo están. Ellos han defendido muy bien. Ha ganado el mejor equipo, es así", admitió el entrenador de los oceánicos.
Cheika, cuyo contrato con su federación finaliza a final de año, no quiso hablar sobre su futuro al frente de los Wallabies cuando fue preguntado en rueda de prensa. "Cuando llegue el momento lo diré (si quiero continuar). Voy a ser honesto, es un mundo cruel cuando se te pregunta esto dos minutos después de quedar eliminado del Mundial", expresó, pidiendo "un poco de compasión" a los periodistas.