El Mundial de Rugby de Japón 2019 dejó altos y bajos. La cita planetaria, que tuvo como flamante campeón a Sudáfrica, debió lidiar con una serie de eventos que incidieron dentro y fuera de la cancha durante su realización y que, seguramente, quedarán escritos para siempre en los libros de historia de este deporte.

El golpe absurdo y brutal

Francia bien pudo haber clasificado a semifinales de la Copa del Mundo. Dominaba a Gales en su cruce de cuartos; vencía por 19-10 y había armado un maul que tenía destino de penal, a pocos metros del ingoal del Dragón.

Nadie contaba, no obstante, con la brutalidad del segunda línea Sébastien Vahaamahina, quien le propinó un codazo al galés Aaron Wainwright. Penal y expulsión para el forward nacido en Nueva Caledonia. Desde ese minuto (47), Les Bleus no volvieron a sumar y perderían 20-19.

Vahaamahina luego renunciaría al seleccionado del Gallito y, además, sería sancionado con seis semanas de suspensión. Su tarjeta roja sería una de las ocho en el torneo, un récord preocupante (antes, el máximo había sido cuatro).

[caption id="attachment_886827" align="alignnone" width="2191"]

FOTO: AFP.[/caption]

La decepción: Irlanda

Llegó a la Copa del Mundo en el número uno del ranking, pero se despidió en cuartos de final ante Nueva Zelanda, con un partido que fue una paliza superior al marcador de 46-14 a favor de los oceánicos.

El coach Joe Schmidt dijo estar "decepcionado" luego del pobre rendimiento de su equipo, que además perdió por primera vez ante Japón (12-19), resultado que le hizo caer al segundo lugar del Grupo A, propiciando el fatal cruce con los All Blacks, a quienes los del Trébol, sin embargo había derrotado en dos de sus últimos cuatro partidos. Ese registro, sin embargo, sirvió de poco. El legendario centro Brian O'Driscoll, ya retirado y hoy comentarista de televisión, sostuvo que "al equipo se le agotaron todas las ideas".

El tifón y la solidaridad

El mayor inconveniente que registró Japón 2019 fue el azote del tión Hagibis, que afectó a buena parte del archipiélago nipón y obligó a anular tres partidos del certamen: Francia vs. Inglaterra, Nueva Zelanda vs.Italia y Canadá vs. Namibia, todos los cuales fueron declarados empates 0-0, con dos puntos para cada contendiente.

El asunto se puso complicado ante la posibilidad de anular también Japón vs. Escocia, que le daba automáticamente el pase a cuartos de final a los anfitriones. Al final, el duelo se disputó y ganaron los asiáticos, sellando su primera clasificación en la historia.

El asunto tuvo, además, gestos emotivos, como el del seleccionado canadiense, que ayudó en las labores de limpieza tras el paso del tifón por Kamaishi, donde estaba programado su duelo con los namibios.

[caption id="attachment_886831" align="alignnone" width="992"]

FOTO: REUTERS.[/caption]

Éxito en las tribunas

Si hay un fenómeno que llamó la atención en Japón 2019 fue la masiva asistencia a cada partido, independientemente del atractivo de los rivales y de las inclemencias climáticas.

Aunque los duelos entre selecciones menores fueron programados en estadios de menor aforo, en todos los casos se vieron graderías colmadas. Se vendieron 1,9 millones de entradas, equivalente al 97% de la disponibilidad. En Inglaterra 2015, el asunto se movió en las mismas coordenadas, con 98% de venta total, pero la diferencia es que la mayoría de los aficionados en esta ocasión eran japoneses, mientras que en el torneo anterior, debido a la mayor accesibilidad y cercanía, hubo un altísimo porcentaje de turistas.