A pesar de los llamados a la calma, el Superclásico estuvo lejos de ser un evento tranquilo. De hecho, hubo 16 detenidos y enfrentamientos entre barristas y fuerzas especiales de Carabineros. Además, el reportero gráfico de Colo Colo, Carlos Succo, recibió un piedrazo que obligó a aplicarle cinco puntos de sutura. Tras el partido, el profesional acudió a estampar la denuncia.
Poco antes de comenzar el encuentro, los efectivos policiales ingresaron al sector norte tras la detonación de un petardo, lo que provocó un enfrentamiento con barristas de la U. Los uniformados utilizaron sus bastones para golpear a los hinchas, quienes reaccionaron, expulsándolos a patadas.
Durante el encuentro, se lanzaron varios objetos a la cancha. Incluso, algunos asientos fueron utilizados como proyectiles en la zona norte de la tribuna Andes, por lo que la U arriesga nuevas restricciones.
La intendenta Karla Rubilar hizo una particular evaluación de lo sucedido ayer en Ñuñoa. "Termina la salida de hinchas del Nacional tras el encuentro entre Universidad de Chile y Colo Colo. Partido tranquilo en general, que se vio empañado por fotógrafo herido e incidentes aislados", escribió en su cuenta de Twitter.
En Ñuñoa también estuvo Gustavo Morelli, gerente de seguridad de la Conmebol, quien tomó varias notas del informe que le entregará a la ANFP, con miras a la final de la Copa Libertadores, que se disputará en noviembre en el Nacional.
En sus primeras conclusiones, el funcionario quedó satisfecho por el entorno y la operación del procedimiento de seguridad. Sin embargo, le llamó la atención la gran cantidad de gente en la galería norte, por lo que una de sus sugerencias apuntará a una disminución del aforo.
Agreden a la familia de Paredes
Un grupo de hinchas de Universidad de Chile agredieron a la familia de Esteban Paredes, que fueron a presenciar el partido en Ñuñoa.
Solange Paredes, hermana del futbolista, su hija Ayleen, y Lucas, el otro hermano del capitán albo, fueron a constatar lesiones en la ex Posta Central.