Los cambios que Rueda desechó
¿Falta de ideas? ¿De valentía para sentar a un referente lesionado? ¿Desconfianza en los sustitutos? El DT renunció otra vez a modificaciones en un partido a todo o nada.
Chile no encontró nunca la manera de contestar a Perú, que estaba desnudando sus falencias y sacándola de la Copa América. Pese a eso, el seleccionador, Reinaldo Rueda, insistió una y otra vez en su plan inicial. No removió su banca en busca de soluciones. Solo una sustitución en el descanso, dando entrada a Sagal, y por el jugador habitual, Fuenzalida. Los demás titulares permanecieron en el campo, incluido Arturo Vidal, lesionado desde el minuto 21, en la jugada del 1-0 ("me destrocé el tobillo", declaró luego el Rey). Algo que ya había ocurrido en el duelo ante Colombia, cuando el relevo de Pavez por Fuenzalida, cómo no, fue el único utilizado por el DT. ¿Por qué?
¿No se le ocurrían más ideas al técnico para revertir la situación? ¿No tiene valor para sacar del campo a los referentes ni siquiera cuando están lesionados? ¿No tiene ninguna confianza en los integrantes de la suplencia? Por segundo día, el entrenador renunció a las ventajas del reglamento (el segundo cambio, Castillo por Maripán, lo hizo en el 89'). Algo inhabitual, y que ningún otro entrenador sudamericano ha hecho en esta Copa América. Los históricos tratan de encontrar respuestas. "Es un poco de todo. Falta de ideas, de valentía y de confianza", dice Miguel Ángel Gamboa, ex mundialista en 1982. "El problema es materia prima, pero también del técnico, que no se avivó antes. Tiene que ser más atinado para introducir variantes".
"Encontrar un equipo titular no es fácil y lo hicimos. Disputamos un buen torneo. Después, en las alternativas, pueden darse diferentes situaciones", explicó el propio Rueda cuando fue consultado precisamente por eso. Y antes de la semifinal, también esbozó motivos genéricos del fútbol chileno que explican sus decisiones: "El espectro de jugadores no es el ideal. El espectro de jóvenes que están posicionados para estar al lado de los experimentados no está".
"Chile está limitado de variantes", opina el exseleccionado Leonardo Véliz, casi poniéndose del lado del seleccionador. Sí cree que el tamaño de los galones del plantel le influyó: "Respetó mucho el currículum de cada jugador", agrega. "Y a eso se le suma que no hay gente para sostener el andamiaje con calidad", acota.
Fabián Estay, ex seleccionado en los noventa, también se pone del lado del colombiano: "Nadie puede decir que no ha buscado variantes. Solo que no las encontró". E igualmente luego pasa a los reproches: "Sí hubo lentitud en los cambios. Le faltó mover las piezas. Se utilizó el mismo equipo y lamentablemente los que entraron no fueron capaces de variar el partido". O sea, Sagal, el único cambio con minutos que hizo el técnico en la eliminación. Y cierra: "Se quedó mucho en su esquema".
Humberto Cruz, defensor central que jugó los Mundiales del 62 y 66, se suma a la discusión: "Rueda puso a lo mejor que tiene. La alternativa existe, pero el partido era para jugarlo entero con los consagrados. Se cometieron errores y no hubo reacción, ni dentro ni fuera de la cancha".
Chile ha utilizado a 20 de sus 23 futbolistas en los cinco partidos de Copa América. Un dato propiciado sobre todo porque ante Uruguay, con la clasificación asegurada, Rueda repartió descansos. Cuatro veces ha repetido la misma alineación, estirándola hasta el final del partido cuando el resultado era incierto o contrario. Incluso teniendo a un jugador cojo. Al mejor de todos, eso sí.
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