Quieren jugar: el Consejo de Presidentes se endurece y estudia cómo forzar a los futbolistas a disputar la Copa Chile
La sugerencia del Sifup de postergar el inicio de la Copa Chile hasta que se resolviera plenamente el petitorio que discuten con la ANFP y los clubes en la Dirección del Trabajo provocó el inmediato movimiento de los timoneles. Una reunión virtual terminó zanjando una postura colectiva.
Los clubes se atrincheran. Apenas el Sifup planteó la sugerencia de no iniciar la Copa Chile hasta que se logre un entendimiento con la ANFP, con la mediación de la Dirección del Trabajo, el ente rector del fútbol chileno emitió una convocatoria de emergencia. El oficio, firmado por Pablo Milad, llamaba a una reunión de presidentes (un eufemismo que se utiliza por las formalidades y los plazos que involucra llamar a un Consejo formal), precisamente con la finalidad de analizar el escenario y considerando, además, que para este jueves está citada una nueva comparecencia de las partes ante la fiscalizadora. La idea es que en esa reunión se avance en la satisfacción del petitorio. Sin embargo, hasta ahora, el único punto en el que se había llegado un acuerdo, se derrumbó: los clubes de la Segunda División se mantuvieron firmes en la postura de que la tercera categoría se dispute con jugadores Sub 23.
Los mandamases de los clubes quieren jugar. Esa es fue la conclusión más importante que surgió en la cita telemática. Para algunos, de hecho, la frase tiene carácter de slogan. Con los jugadores trabajando hace varios días en las pretemporada, el pleno del Consejo de Presidentes coincide en que la temporada debe comenzar. Y que ese inicio tiene que ser con los jugadores que mantienen contratados con el propósito de que defiendan sus respectivas camisetas.
Los clubes quieren jugar: el Consejo de Presidentes endurece la postura y estudia cómo forzar a los futbolistas a disputar la Copa Chile
Los timoneles optan por la cautela. Por un lado, aclaran que el ánimo sigue siendo mantener el buen tono de las conversaciones que se produjeron esta semana, en las que, aunque lentamente, después de cuatro horas de reunión, se había alcanzado un entendimiento en el punto más conflictivo. En ese sentido, la propuesta es agotar todas las instancias de diálogo. En ese escenario, la cita de hoy en la misma repartición juega un rol fundamental. Otra vez, la comisión en la que Jorge Yunge, el secretario general de la ANFP, aparece a la cabeza, fortalecido por nombres potentes como los de los de Aníbal Mosa, presidente de Blanco y Negro, y Pablo Hoffmann, timonel de O’Higgins, tiene plenos poderes para negociar. De hecho, en la sesión del martes, el puertomontino jugó un rol fundamental para que las partes, que parecían irreconciliables, dieran señales de aproximación. Gamadiel García reconoció el mejor ánimo después de la junta.
Sin embargo, por otro, al menos desde el lado de la dirigencia, la definición primordial está adoptada: la temporada tiene que arrancar este fin de semana. En ese entendido, los clubes también estudian las fórmulas para forzar el inicio o, en caso de que la rebeldía de los jugadores y la entidad que los agrupa se mantenga, llevar el conflicto al extremo. El consenso entre los mandamases tiene que ver con que la mayor parte de los 11 puntos que considera el petitorio del Sifup están resueltos o garantizados en los respectivos contratos que suscriben los futbolistas con sus clubes por lo que, en esa lectura, escaparían a la incidencia sindical. La discusión partió, precisamente, por los dos que la entidad gremial consideraba prioritarios.
“¿Es razonable parar el torneo por discrepancias en el número de extranjeros o por el formato de la Segunda División? ¿Y el daño que va a causar eso? ¿Qué vamos a hacer con los contratos? Se generaría un conflicto con TNT, habiendo otro juicio que perdimos -creo- injustamente, porque no comparto ese fallo. El Sifup recibe un fondo importante de TNT. ¿Quién cree que fue el que pidió a TNT incorporar en su contrato un aporte al Sifup? El famoso Consejo de Presidentes. Ahora resulta que ese mismo Sifup, porque no está de acuerdo con algunas decisiones que son propias de la dirección del fútbol, quiere parar la actividad. Pueden dar su opinión. Es válido. ¿Se les puede escuchar más? Sí. ¿Podrá haber errores de no escucharlo a tiempo? Sí, pero la amenaza no mide el daño que eso causa a la actividad de la cual también participan. Sigo creyendo que debe primar el diálogo respetuoso, sin descalificaciones”, planteó Juan Tagle, el presidente de Cruzados, en una entrevista con El Deportivo.
Es en este plano que el discurso dirigencial se endurece. El escenario muta a un forcejeo. Hay directivos que son partidarios de la medición de potencias. La tesis que impera entre ellos es que el paro, como tal, no se ha materializado y que, en rigor, los jugadores han seguido cumpliendo sus obligaciones, realizando los entrenamientos respectivos y disputando partidos amistosos. Y anteponen otro elemento fundamental: que los clubes han seguido cumpliendo con las obligaciones salariales que mantienen con los deportistas. ”Acá hay un pliego de peticiones que se está trabajando en una mesa con la intermediación de la Dirección del Trabajo. Mientras no se dé por terminada esa mesa, no puede haber paro. Todos los planteles están entrenando. Si no se llegaran a presentar a partidos oficiales, se entiende como día no trabajado, por lo que no recibirían remuneración”, explica un integrante del Consejo de Presidentes a El Deportivo.
La programación no se toca
La suspensión de la Supercopa fue un golpe que dolió en ambos bandos. En la ANFP, porque ya había comenzado un millonario despliegue de recursos para garantizar la realización del evento en La Serena. En Quilín había certeza de que estaban la capacidad y los recursos para organizar el Superclásico que inauguraría el calendario con todas las luces posibles. Los desencuentros con la Delegación Presidencial de Coquimbo derribaron esa aspiración.
Al Sifup también se le caía una insignia. De hecho, el directorio que encabeza Gamadiel García abrió la semana compartiendo imágenes con el plantel albo y reuniéndose con referentes como Arturo Vidal, Esteban Pavez y Mauricio Isla, para conocer el sentir del plantel popular respecto de la movilización. “Unidad”, describió, a modo de título, justo en la antesala de la reunión en la Dirección del Trabajo. Evidentemente, que los planteles más populares del país se cuadraran con el movimiento y, eventualmente, no se presentaran en el esperado choque, constituía el mejor respaldo posible.
Sin ese encuentro de por medio, la voluntad de los presidentes del fútbol chileno es unívoca y la programación no se toca. La prioridad sigue estando en buscar la fórmula que permita disputar la primera jornada de la Copa Chile con profesionales. Sin embargo, no se descarta una opción que ya se ha utilizado en otras circunstancias parecidas: recurrir a los juveniles.
Los árbitros se suman
En las últimas horas, a la ANFP se le abrió un flanco inesperado. El sindicato de árbitros convocó a sus integrantes a una reunión de emergencia, precisamente con la finalidad de discutir el apoyo a la movilización de los futbolistas. La cita se realizará, al menos de acuerdo a las experiencias recientes, cuando en la Dirección del Trabajo, la ANFP y el Sifup sigan buscando un entendimiento.
Los jueces se cuestionan dirigir encuentros en los que no participen jugadores profesionales, aunque el criterio más importante es la reciprocidad hacia los futbolistas, que históricamente se han cuadrado con sus demandas.
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