La crisis migratoria que vive el país no ha dejado indiferente a nadie, especialmente en la zona norte, la mayor puerta de entrada de las cientos de personas que tratan de ingresar de manera irregular al territorio nacional.
Paralelamente a las recientes medidas de emergencia tomadas por el gobierno para resguardar las fronteras, en los últimos meses también se han ido endureciendo los requisitos para vivir en Chile, exigencias que cada vez tocan con más fuerza al mundo del fútbol y que hoy lo obligan a poner mayor atención en los trámites de rigor.
Consultado por La Tercera, mediante una declaración, el Servicio Nacional de Migraciones explica las modificaciones que los profesionales del balompié deben enfrentar. “La única diferencia es que ahora entran a Chile con visa y RUT, y no como turistas. Con el nuevo decreto de categorías migratorias, con una oferta de contrato pueden solicitar su visa en el exterior, sincerando las razones por las cuales vienen a Chile, de manera que no se presenten en la frontera como turistas cuando su intención es trabajar como futbolistas en Chile”, plantea.
En ese contexto, esta repartición pública precisa que no tiene facultades para ejercer una fiscalización, sino que esto recae en la Policía de Investigaciones y en la Dirección del Trabajo. Eso sí, aclara que igualmente están en contacto con los distintos organismos que lo necesiten: “Constantemente hay conversaciones con las entidades que requieren permisos migratorios”.
En los últimos días, el caso del jugador venezolano de Puerto Montt, Néstor Canelón, tiene movilizada a la ANFP, pues el oriundo de Caracas presenta problemas con su documentación, lo que le impide entrar a Chile y menos poder debutar con su nueva escuadra.
Cuando el delantero llegó por primera vez al país, lo hizo con una visa consular sujeta a un contrato de trabajo con Santiago Wanderers, el club que lo fichó en 2019. Sin embargo, ni el jugador ni el club se preocuparon de renovarla, por lo que terminó expirando y ahora el futbolista no puede ingresar hasta hacer nuevamente el trámite.
En el Sifup también siguen con atención este caso. Luis Marín, secretario de la entidad, afirma: “Hemos conversado con Canelón y la ANFP está haciendo su trabajo con su club para poder solucionarlo. La ANFP tiene que ser muy rigurosa con los clubes, tiene que haber mayor fiscalización en cuanto al proceso de inscripción y legalización del trámite de extranjería”, sostiene.
El mundialista de Sudáfrica 2010, ejemplifica con ciertas situaciones a las que se les debe prestar atención en relación a los futbolistas de otros países que se desempeñan en territorio nacional. “Con algunos jugadores nos ha pasado que, una vez que terminan su periodo de vacaciones, a la vuelta, Extranjería les pide estos trámites y ellos no están con sus contratos de trabajo al día para ingresar”, advierte.
Para evitar este tipo de negligencia por parte de los jugadores, que muchas veces ignoran este tipo de papeleos, y de los clubes, que sí tienen mayor experiencia en esto, es que Álvaro Bellolio, jefe nacional del Departamento de Extranjería y Migración, ofrecerá una charla a los representantes de las instituciones del fútbol profesional chileno, con el objetivo de reforzar la información referente al funcionamiento de las visas de trabajo.
El drama en Iquique
No cabe duda de que Iquique es una de las ciudades más afectadas con la inmigración irregular. Los principales puntos se han visto afectados por graves incidentes que han alterado el normal funcionamiento. Los futbolistas tampoco han estado ajenos a esta realidad y han sufrido en carne propia las consecuencias.
“El tema ha sido bastante complejo. No es algo de las últimas semanas, sino que viene de hace un par de años. Hace por lo menos un año que hay una inmigración desatada, donde tenemos problemas de convivencia en la ciudad, en los lugares públicos y en todos los sectores”, parte señalando Cesare Rossi, presidente de Deportes Iquique.
En su análisis, el timonel de los Dragones Celestes enumera algunos hechos que han ido cambiando la percepción de los habitantes de la histórica urbe. “Iquique siempre ha tenido inmigración europea y sudamericana, y no hemos tenido problemas con nadie. Sin embargo, en el último tiempo, la inmigración desatada que ha habido en la zona y la cantidad de crímenes y sicariato que han aparecido nos asusta porque para nosotros son situaciones desconocidas a las que no estamos acostumbrado”, expresa.
El dirigente explica que estos hechos perjudicaron directamente al club, lo que obligó a tomar ciertos resguardos en las dependencias de entrenamiento. “Para nosotros ha sido muy complicado todo esto en términos de seguridad. Nuestro complejo deportivo está cercano a la zona del aeropuerto y ha habido muchos asaltos, por lo que tuvimos que reforzar la instalación de cámaras de seguridad alrededor del complejo”, dice.
De todo lo relatado, lo más grave afectó a un grupo de jugadores del plantel, quienes vivieron jornadas de terror tras el gran incendio que afectó a las cercanías de la capital de la Región de Tarapacá, a mediados de enero.
“Para el incendio que hubo en Laguna Verde hace unas semanas, tres jugadores tuvieron problemas con inmigrantes armados, que intentaron entrar a la casa de uno de ellos después del incendio, y debieron quedarse a resguardar las viviendas porque querían tomarse los terrenos y robarles sus pertenencias. Tuvimos que sacarlos una semana de la pretemporada”, recuerda el timonel.
En efecto, la vivienda era de propiedad de Johan Castillo, y sus compañeros Juan Segovia y Arturo Guerrero fueron a socorrerlo. “Lo que pasa es que atrás se quemó todo, y en nuestra casa se quemó el patio y quedó todo abierto. Tuvimos que quedarnos ahí porque se querían meter a robar”, relata Castillo. “Era un grupo de colombianos y venezolanos y nos tuvimos que turnar para dormir los primeros dos días mientras cerrábamos”, añade.
Otra situación grave afectó a la familia de Álvaro Ramos, delantero de Coquimbo Unido, cuya familia sufrió un violento robo con intimidación en su residencia en Alto Hospicio. “A las seis de la mañana me llama una de mis hermanas diciendo que se habían metido a un terreno que tenemos, donde está viviendo mi madre y un primo. Se metieron tres extranjeros con pistolas”, contó el goleador en una entrevista con el matinal Contigo en la Mañana, de Chilevisión.
En su narración de los hechos, contó que su madre fue amarrada por una hora y que los asaltantes le estaban pidiendo dinero para liberarla. “A mi cuñado le pegaron, a mi mamá la tenían amarrada, estaban hasta tocando a mis hermanas”, apuntó. Posteriormente, los sujetos fueron detenidos y puestos a disposición de la Justicia.
“Es un tema que no podemos controlar mucho, que lo tiene que ver el gobierno. Ninguno de nosotros está ajeno esto”, comenta Luis Marín. “Hemos tenido contacto con los jugadores, sabemos de los problemas en Iquique y estuvimos apoyando a Álvaro Ramos, también. Estamos atentos para dar la mayor ayuda posible si es necesario. No es que uno esté en la negación de la venida de migrantes, pero sí hay problemas de delincuencia. Es bueno apoyar a la gente de afuera, pero siempre que vengan a aportar”, reflexiona.
El exarquero también revela cuál es el estado de ánimo de algunos jugadores extranjeros, especialmente colombianos y venezolanos, quienes no respondieron a los mensajes y llamados para este reportaje. “Uno ha tenido contacto y ellos sienten vergüenza de algunas situaciones y lamentan que se les mire de una manera y los metan en el mismo saco que quienes cometen estos delitos. Entonces, uno debe tener mucho cuidado y separar muchas cosas, porque hay gente que ha sido un gran aporte al país, como los futbolistas y otros trabajadores”, sostiene.
Más allá de eso, Marín pone la alarma en relación a lo que sucede con la seguridad en general, no solo la que incumbe a los inmigrantes. “Desgraciadamente, estamos ante un problema de delincuencia grande en el país y no solo tiene que ver con la inmigración”, lamenta.
La crisis migratoria atravesó todos los ámbitos y el fútbol chileno y sus protagonistas sienten los coletazos de esta grave situación.