Los Cóndores vivieron una jornada histórica. Por primera vez fueron locales en el Estadio Nacional, el máximo recinto deportivo del país. Para completar el hito, recibieron a Escocia, una de las selecciones grandes del rugby planetario, seis del ranking mundial. Al recinto de Ñuñoa llegaron 24.878 personas, quienes, pese a la caída por 11-52, sabían que se trataba de un día que queda en los libros.
Tras el sonido de las gaitas y posteriormente del himno nacional, comenzó el duelo en césped del principal coliseo. De arranque, los Cóndores sorprendían. Se mostraron firmes y forzaron un penal que logró ponerlos en ventaja. Santiago Videla adelantó a los dirigidos por Pablo Lemoine. Eso fue a los 5 minutos. Desde ahí, eso sí, fue todo para los europeos.
La ventaja le duró 17′ a Chile. Cuando el cronómetro marcaba 22′, vino el Try escocés, obra de Josh Bailyss, y la posterior conversión. Más tarde, Tomás Salas anotó un penal y acercó al elenco criollo. Sin embargo, comandados por el buen partido de Kyle Rowe, los británicos siguieron aumentando la diferencia. Al descanso, la diferencia era de 21-6 a favor de Escocia.
La distancia, sobre todo en el juego, se acrecentó en los segundos 40 minutos. Con el correr del reloj, los Cóndores se cansaron más rápido y el El XV del Cardo lo aprovechó. A los 51′, Diego Escobar logró el único Try nacional. Luego, eso sí, Tomás Salas erró en la conversión. Para los escoceses, Dylan Richardson, Rowe y Matt Currie aumentaron la brecha en el marcador, que se cerró en 52 puntos para la visita.
Más allá de los resultados, la ventana de julio es la primera de los Cóndores luego del Mundial de Francia 2023 y el balance es positivo. Hace algunas semanas habían vencido a Hong Kong, en Talca, luego se impusieron ante Bélgica, en Viña del Mar, y ahora cayeron ante Escocia, en Santiago.
Un día inolvidable
Tras el partido, el primero que se pronunció fue el capitán Martín Sigren, quien expuso su análisis del trámite del compromiso. “Fue una locura. Estoy absolutamente emocionado. Le doy gracias a los chicos por todo lo que hemos conseguido. Creo que hay muchas cosas posibles. La mayoría de los puntos que recibimos son por falta de foco, ya sea individualmente o grupal. Hay mucho que trabajar, pero también mucho que estar orgulloso”, señaló a ESPN.
Viendo el lado positivo, valoró la alta concurrencia en Ñuñoa. “Un récord en capacidad en el estadio, casi 25 mil personas, así que eso es algo que tenemos que estar orgullosos de, algo que nos mantiene motivados para seguir trabajando”, dijo.
En tanto, el head coach, Pablo Lemoine, aseguró que lo exhibido en el Estadio Nacional es una prueba de que ante los rivales de más envergadura no se pueden cometer errores que terminan siendo claves en el marcador. “Hoy se pudo ver una partecita de lo que estamos planificando y lo que queremos ser. Este tipo de partidos son los que nos enseñan y nos dan esta clase de rugby. Nos demuestran que hacer penales no se puede, tampoco cometer errores simples. Gracias a Dios estos partidos no dan esa importancia”, explicó.
También se refirió a la concurrencia y dejó una profunda reflexión al respecto de lo que ha sido su proceso en Chile. “Es espectacular la asistencia, es una conjunción que el equipo ha ido logrando. Recuerdo mi primer partido en Santiago, que había muy poca gente en La Pintana. Pasamos muchos años con poca gente y es normal, quizás el equipo no los representaba. Hoy dimos una muestra de que este proyecto representa a esta cantidad gente”, fueron sus palabras.