Tras su aplastante triunfo ante Canadá por 44-14 en el primer apronte internacional, los Cóndores buscaban repetir las buenas sensaciones en su gira por el Viejo Continente durante este sábado. Al frente estaba Países Bajos, elenco que hacía de anfitrión en Ámsterdam.
Los dirigidos por Pablo Lemoine iniciaron el cotejo asumiendo el protagonismo. Apenas a los 5′ Santiago Videla convirtió un penal y estableció el tempranero liderato a favor del combinado nacional. En el partido ante los canadienses, el designado para estos lanzamientos se había anotado en el tablero al conseguir un tanto por esa vía y tres a través de las conversiones de dos puntos.
Pero, automáticamente después del tanto, fue el turno de Países Bajos para buscar la réplica. Allí, Chile se salvó del try luego de que la ofensiva neerlandesa mandara el balón fuera de la cancha cuando estaban cerca de apoyar sobre la línea de gol. En consecuencia, sumaron solamente un penal y el marcador se empató 3-3.
El cuadro nacional se mantuvo errático y siguió siendo incapaz de plasmar el funcionamiento que exhibió el pasado fin de semana ante los norteamericanos. Muestra de aquello fueron las dos penalizaciones que cayeron sobre la zaga chilena al 15′ y 20′. En la primera instancia el Kicker local hizo efectivo el tanto, sin embargo, falló el segundo intento, dilapidando la chance de ponerse 9-3 por delante.
La refriega provocó el disgusto de Lemoine, quien inmediatamente cambió la estrategia y comenzó a elaborar ofensivas más prolongadas. Por casi 20 minutos, los Cóndores mantuvieron el control de la posesión en busca de una apertura. Así, tras una extenuante serie a base de empuje y fortaleza física, Ernesto Tchimino apoyó cuando la primera mitad estaba próxima a expirar. Videla, en tanto, capitalizó los dos puntos.
En el complemento, en tanto, el trámite del compromiso fue bastante parecido a lo que aconteció en el primer periodo. Ambos equipos batallaron a través de los scrums e intercambios de balón, sin poder quebrar el cerrojo rival con éxito por varios momentos.
No obstante, aquella ajustada contienda llegaría a su fin cuando el reloj marcaba los 25 minutos de la segunda mitad. A partir de una desconcentración defensiva, los Cóndores permitieron una patada hacía la zona de gol y dejaron abierto el flanco izquierdo. En esa apertura, el ataque neerlandés no perdonó y elevó las cifras a 13-10, contando la patada efectiva.
Esa zona se convirtió en una falla crucial para las aspiraciones de la defensa nacional. Apenas cinco minutos después, los locales nuevamente se colaron por ese sector y convirtieron un try. Al borde de la cancha, el incesante grito de furia de Lemoine y su cuerpo técnico se hizo eco al ver que Chile no tenía ningún tipo de reacción para frenar los embates naranjas.
Tal vez el enfado del entrenador uruguayo fue efectivo, ya que, en la serie posterior, la selección chilena de rugby encontró una anotación por obra de Diego Escobar y se ilusionó al estrechar el marcador a 20-17. Asimismo, en la última jugada, la escuadra criolla batalló con todo para conseguir el triunfo, pero se quedó a las puertas.
La derrota ante Países Bajos no es el último choque que vivirá Chile por territorio europeo. El 23 de noviembre los Cóndores se enfrentarán a Escocia A en el marco de la preparación para clasificar al Mundial de Australia 2027.