La tensa relación entre Max Verstappen y la FIA continúa dando que hablar, mientras que el Mundial de la Fórmula 1 está más encendido que nunca, pues el neerlandés recibirá una sanción para el Gran Premio de Brasil.
El tricampeón del mundo, que se mantiene 47 puntos sobre Lando Norris, deberá cambiar parte de su unidad de potencia (motor), puesto que ya mostró las huellas de los kilómetros recorridos tras su paso por Estados Unidos y México. Este fin de semana deberá asumir una penalización de cinco posiciones en la parrilla del domingo.
“Estamos investigando si podremos volver a utilizar el motor con la fuga. Pero también en este caso el kilometraje ya no permite su uso. Todo esto significa: No podemos evitar el cambio de motor en Brasil, con la correspondiente penalización”, aseguró Helmut Marko, asesor deportivo de Red Bull.
La situación acontece en medio de las complicaciones que mantienen Verstappen y la entidad que rige la máxima categoría del automovilismo a nivel mundial. La guerra entre el neerlandés y la FIA lleva tiempo en auge.
Otra sanción
El peak de las tensiones ocurrió tras el GP de Azerbaiyán. Ahí, el piloto de 27 años aseguró que su monoplaza estaba en malas condiciones durante la clasificación. Sin embargo, su queja fue realizada con un lenguaje que la entidad consideró soez, por lo que fue sancionado.
Desde ese entonces, el oriundo de Hasselt, Bélgica, se ha mantenido sobrio. Su participación en las ruedas de prensa se ha reducido a lo mínimo, con respuestas concisas y cortantes.
No obstante, Verstappen rompió esa línea para acusar de una falta de criterio por parte de la FIA. “Escucho a gente de mi círculo interno y no a gente que, bueno, no voy a usar la palabra porque seguro que me penalizan. Y parece que solo a mí me penalizan”, comenzó señalando.
“Porque he escuchado palabrotas, aquí mismo, y solo se me penaliza a mí. Hay gente que me enerva un poco, pero no les presto atención, Estoy en un punto de mi carrera donde se lo que hago”, señaló. El piloto hizo referencia a lo sucedido con Charles Leclerc, a quien también tuvo palabras de ese estilo en una conferencia. La situación incluso desató risas en el propio piloto de Ferrari, que se percató de lo sucedido.
La respuesta a los dardos
Verstappen también respondió a las críticas recibidas por parte de expilotos. “No estoy seguro de que Max Verstappen sea capaz de competir de manera justa. Fue una tontería y una locura, una conducción estúpida”, aseguró Damon Hill, cuestionando la manera en que el neerlandés pilotó en Austin.
Johnny Herbert, actual comisario de la F1, aseguró: “Cuando entra en esa mentalidad horrible de querer sacar ventaja, solo tiene que saber que no necesita sacar a nadie eso para ganar. Sí se pasó de la raya”.
Verstappen fue tajante con su respuesta. “No escucho a esos individuos. Sé lo que hago y he ganado tres mundiales. ¿Si me siento perseguido? tengo mis opiniones y no necesito compartirlas”, expresó..
Al ser preguntado por quiénes sí escucha, el neerlandés respondió: “Hay muchas personas que me aconsejan, pero no hay necesidad de nombrarlos aquí. Confío en gente de mi alrededor que es honesta y que tiene buen corazón, y que tienen buenas intenciones, que no están ahí solamente para malmeter. Lo llamaré así... malmeter”, indicó.