Gustavo Poyet declaró tener sensaciones encontradas, tras la derrota por 0-1 de Universidad Católica ante Palmeiras, en la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores. El uruguayo se mostró orgulloso y satisfecho por el juego, actitud y entrega del equipo, pero triste por el resultado, condicionado por un polémico penal de Germán Lanaro, cobrado a instancias del VAR.

“Fue un partido especial. Es raro que en un partido que piedas sientas que el equipo te representó en un ciento por ciento. El hincha tiene que estar orgulloso. Esto me demuestra que es posible lograr lo que busco. Es el camino, pero ahora viene la parte más complicada, que es mantenerlo, que aunque se hagan cambios el grupo pueda mantener el nivel. Tenemos un clásico muy importante ante Colo Colo este sábado y la recuperación va a ser difícil”, sostuvo.

“Me voy contento por lo que hablamos y planificamos, por las decisiones que tomaron los jugadores. Es un día especial para los cruzados y cruzadas. Sabíamos que teníamos que estar a un gran nivel para competir contra el campeón. Nos fató ese poquito de suerte”, agregó.

Durante el partido, el DT descargó su molestia contra el VAR, por la dudosa mano de Germán Lanaro. “Pasó ayer en cancha de Boca, pasó ayer en la de Cerro Porteño... Los dos equipos brasileños”, disparó, en el banco. Sin embargo, en la conferencia no quiso profundizar ni reclamar contra el arbitraje del uruguayo Andrés Matonte, pero sí insistió en que es enemigo del videoarbitraje.

“No hablaré mucho del penal. No soy fan del VAR. Entiendo el fútbol de manera muy lógica. Creo que estamos perdiendo la lógica. Estamos siendo tremendamente anti apasionados. No se sabe nada, no se respeta nada, ni el tiempo de juego, se para, se habla, no se juega nada. Y lo más lindo es jugarlo y gritar los goles. Cuando se ve un VAR tardar tanto tiempo, y nadie sabe las reglas... porque la explicación que te dan es que si el pie está en el aire y la pelota después pega en la mano, no es penal; y si está en el suelo, es penal... Entonces, cerrá, apagá la luz, porque ya no se puede jugar al fútbol”, criticó Gustavo Poyet.

“Nos faltó definir, faltó que la pelota entrara, una mejor conexión. Lo más difícil es crear chances, hoy no entró, pero es una combinación de sensaciones. Tristeza, pero sumamente orgulloso por el equipo”, concluyó.

Diego Valencia también se mostró pleno por el juego mostrado por el tricampeón. “Siento un orgullo tremendo por lo que hicimos como equipo. Este es el camino. Hicimos ver muy feo al actual campeón de la Libertadores. Si seguimos así, tendremos grandes chances”, advirtió.

“El fútbol es así. A veces uno siente que el resultado es poco, pero generamos muchas ocasiones y jugamos muy bien. Jugamos mucho mejor y eso nos da traquilidad. Ellos solo en la jugada del penal patearon en el área. Si seguimos este camino, tendremos grandes chances de hacer grandes cosas. Superamos en todas las líneas a Palmeiras”, sentenció.

El Pollo cree que las posibilidad de avanzar a los cuartos de final de la Libertadores están intactas. “Estamos esperanzados. Vamos a dar todo en Brasil. Si jugamos de esta manera tenemos grandes chanches de igualar la serie y ganar en Brasil”, remató.