Huachipato cambia de dueños. De hecho, la sociedad que tenía como rostro visible a Victoriano Cerda y como nombres reconocibles a Marcelo Ambrosio y Marcelo Pesce ya entregó las llaves del club, que ahora es controlado por Hernán Rosenblum, un nombre que ya era conocido en el ambiente futbolístico: había sido gerente general de Ñublense por un extenso período.
La operación es cuantiosa. Está dividida en un monto que se pagó al contado y en otro que se pactó en un plazo de 24 meses desde la suscripción del acuerdo. Hay varias consideraciones que influyen en el cálculo final del valor que se tendrá que abonar por la institución.
Los detalles de la millonaria venta de Huachipato
El nuevo controlador se queda con la totalidad del club acerero, a cambio de una inversión millonaria. El valor del club se estipuló en US$ 25 millones. De esa cantidad, US$ 13 millones se pagaron al contado. Para la cifra restante, hay 24 meses de plazo, en condiciones que quedaron suficientemente bien establecidas.
La segunda cifra está sujeta a varios conceptos. Se puede ajustar, dependiendo de ciertas operaciones. Las más importantes son dos: la adquisición del estadio Huachipato, cuyas condiciones están establecidas con la empresa siderúrgica, y la venta de los jugadores sobre los que los acereros mantienen participación en los derechos económicos. Tres nombres emblemáticos en ese sentido son Felipe Loyola, seleccionado nacional, hoy en Independiente; Javier Altamirano, quien retoma la actividad en Estudiantes de La Plata; y Walter Mazzanti, quien ahora milita en Huracán, junto a los chilenos Rodrigo Echeverría y Williams Alarcón.
El proceso de venta que se termina materializando con el ingreso de Rosenblum y su núcleo familiar al club afincado en Las Higueras partió en condiciones especialmente llamativas. En medio de los festejos por la obtención del título en el Campeonato Nacional del año pasado, los acereros sorprendieron. Los máximos accionistas se despidieron de la entidad, anunciando que buscarían nuevos inversionistas. “Ha llegado la hora de que hagamos un alto en el camino, de manera de lograr ceder el paso a nuevos actores que permitan enfrentar un nuevo proceso con nuevos bríos, ideas y, sobre todo, con nuevas energías. Es por ello que hoy abrimos la puerta para salir de la propiedad y gestión del Club, de manera tal de poder reemplazar a los actuales accionistas por otros que tengan esa fuerza y energía, necesarias para esta nueva etapa”, dicen en la carta, abriendo la puerta hacia el proceso de venta”, expresaron en esa oportunidad.
“Mientras dure este período, nuestro foco seguirá puesto en continuar trabajando arduamente en todas las áreas de desarrollo que tiene Huachipato FC pero considerando, en especial, los desafíos que presupone la participación en torneos internacionales que el Club tendrá durante la temporada 2024″, añadieron. Ese concepto es importante, pues la intervención, que incluyó pasos por las copas Libertadores y Sudamericana interrumpió las tratativas.
Los interesados
En el camino aparecieron varios interesados. A mediados de 2023, los acereros habían rechazado la propuesta que acercó el empresario colombiano José Augusto Cadena, propietario del Cúcuta Deportivo. Ahí se estableció continuar con la hoja de ruta que contemplaba la materialización de la compra del recinto deportivo y de la ciudad deportiva que alberga las actividades del fútbol acerero.
Cuando se retomó el proceso, llegaron nuevas propuestas. En mayo de este año, se recibió una de un fondo de inversión estadounidense. No se llegó a acuerdo. En el camino, hubo reuniones con distintos conglomerados que controlan cubes a nivel mundial, como el City Group, Redbull y 777.
En los últimos meses, la operación se abordó con mayor ahínco. Además de la propuesta de Rosenblum, hubo acercamientos de un representante de futbolistas argentino y de uno brasileño, que el club descartó. Finalmente, se optó por la del exgerente general de Ñublense, entre otros factores, para permitir que la entidad siga en manos nacionales.