Los errores que marcaron el irregular proceso de la Roja rumbo a Qatar 2022

La Eliminatorias enfrentaron ayer martes su última jornada. Desarrolladas en un tiempo menor al que se acostumbra, con jornadas postergadas, fechas triples y una irregularidad que marcó a la mayoría de los equipos. En la historia queda que Chile, como tantas veces, sufrió durante el trayecto.

El camino fue tortuoso. Arrancó el 8 de octubre de 2020, en Montevideo. En aquella jornada de trago amargo, donde quedó dando vueltas la idea de que pudieron ser tres puntos y no fue ninguno. Para los libros, la mano de Sebastián Coates que el juez Eber Aquino desestimó a los 88 minutos de juego, cuando las acciones aún estaban 1-1. Peor las cosas, lo perdimos al 94′ con un gol de Maxi Gómez. Claro que caer en el Centenario está en los cálculos de siempre, más allá de que esta vez las circunstancias fueron diferentes. Lo que no estaba en mente, fue mucho de lo que sucedió después.

En una clasificatoria en que no se rescatan los seis puntos ante Venezuela y se enredan unidades de local contra Bolivia es muy difícil pensar en grande. Eso en la secuencia de acontecimientos que viene después, pero no está demás recordarlo.

La primera mala señal fue que después de hacer un partido competitivo ante la Celeste, la Roja no pudo amarrar sus primeras tres unidades en casa. Con Arturo Vidal y Alexis Sánchez como estandartes del equipo, algo normal en los últimos años, Chile vencía por 2-1 a Colombia. El asedio cafetero, eso si, se transformó en gol en los descuentos. 2-2 con gusto a caída. Dos fechas y dos duelos en que el Equipo de Todos sufrió sobre el final.

De los primeros seis posibles se sacó uno. Punto aparte el hecho de que en esos encuentros el técnico Rueda se vio en la obligación de alinear a porteros diferentes. Porque ese es otro tema, en ninguna fecha el elenco nacional pudo contar con los históricos en su plenitud. Siempre alguno se ausentaba, por motivos que variaron.

Tras respirar aliviados por vencer a Perú en Santiago, la Selección debía viajar a Venezuela para enfrentarse a su símil llanero. Sin embargo, el oxigeno que habían significado los tres puntos frente al equipo de Gareca, en Caracas se esfumó completamente. Ese día, Chile fue un desastre.

El mazazo histórico que significó caer ante la Vinotinto terminó por gatillar la salida de Reinaldo Rueda. Algo que ya se venía fraguando. El técnico llegó a Juan Pinto Durán bajó el mandato de Arturo Salah y no es ningún misterio que el directorio de Pablo Milad no estaba conforme con su labor.

El problema fue que Chile se quedó sin entrenador cuando no había un plan B. La gran apuesta de la ANFP era Matías Almeyda, sin embargo, una vez que el otrora volante rechazó la proposición, todo fue improvisación en Quilín. Casi por azar, Martín Lasarte, un técnico con pergaminos en el fútbol local, pero sin experiencia en selecciones, quedó al mando del equipo.

El debut de Machete por los puntos estaba previsto para marzo 2021. Sin embargo, los rebrotes de Coronavirus obligaron a la Conmebol a postergar esas jornadas. De todas maneras, inició el charrúa su proceso en ese mes, con un amistoso donde Chile venció por 2-1 a Bolivia.

El primer encuentro por los puntos fue ante Argentina en Santiago del Estero. Punto positivo, se pensó en aquel momento, tras igualar 1-1 contra el futuro campeón de América. El problema fue que días después, Chile no ratificó el quiebre y solo igualó con Bolivia en San Carlos de Apoquindo. De ahí en más, se tomaron algunas decisiones cuestionables que influyeron el proceso.

Los primeros cuestionamientos al proceso del uruguayo no fueron tras enredar unidades ante el elenco altiplánico. Llegaron en la Copa América, cuando decidió que la Roja debía ir con todo el contingente a la cita. Una determinación contradictoria, considerando que durante todo el primer semestre de 2021, Lasarte expresó su intención de acudir con una nómina de jugadores proyectables.

El rendimiento en el torneo llevado a cabo en Brasil no fue bueno. Chile se quedó en los cuartos de final, luego de caer por la mínima frente al Scratch. Además, avanzó en fase de grupos con una productividad pobre, donde solo venció a Bolivia.

Lo que si se sacó al limpio fue la irrupción de Ben Brereton. El artillero del Blackburn apareció por primera vez en la convocatoria de junio, para la doble fecha de Argentina y Bolivia, sin embargo, sus primeros partidos con la camiseta del Equipo de Todos fueron en la Copa América, donde anotó un gol y otorgó una asistencia.

Luego del certamen continental, vino una caída que parecía ser definitiva. De los cuatro partidos que se jugaron luego de la Copa América, Chile perdió en tres. Solo rescató una unidad en Ecuador. Con el ambiente apesadumbrado, la derrota en Lima parecía punto de no retorno.

Pero es fútbol. Luego del peor momento, la Roja metió nueve puntos al hilo. A la postre, aquello terminó por darle vida hasta el final. Esos enfrentamientos fueron lo que motivó al Equipo de Todos a pelear hasta la jornada última y que el camino no culminase antes.

Las bajas pasaron la cuenta. El Covid-19 sacó a Arturo Vidal de la doble fecha de junio. Más adelante privó a Mauricio Isla de jugar en más de una ocasión. Claudio Bravo no pudo decir presente en las primeras jornadas. Y así constantemente.

Sin ir más lejos, recién en el partido en Maracaná ante Brasil, Lasarte pudo a alinear juntos a Bravo, Isla, Medel, Aránguiz, Vidal, Sánchez y Vargas, sindicados como los históricos del plantel. También actuaron todos ante el Scratch en la Copa América, pero con un Alexis disminuido físicamente.

Para sintetizar, de los partidos que Arturo Vidal se perdió, Chile solo ganó uno. Alexis Sánchez estuvo afuera del momento más oscuro del proceso, Gary Medel se ausentó en la recta inicial y la Roja sumó cuatro puntos de doce. Los jugadores del grupo histórico que, por estadística, más se extrañaron cuando no estuvieron.

Factores, algunos más que otros, influyentes en este proceso finalizado con el fracaso que significa no decir presente en la Copa del Mundo. Hace algunos días, en conversación con El Deportivo, Pablo Milad adelantó que “se vendrá una reestructuración total e integral” dentro de la Federación de Fútbol de Chile. Ahora se tendrá que ver.