Arsenal era más al inicio del segundo tiempo ante Real Madrid, en la ida de los cuartos de final de la Champions League. El partido estaba sin goles, hasta que Declan Rice, a los 58 minutos, tomó aire, cogió carrera y ejecutó un espectacular tiro libre. El balón pasó por afuera de la barrera, hizo un efecto y se le clavó en la portería a Thibaut Courtois, quien a esas alturas ya acumulaba varias atajadas.

El volante inglés, ex dirigido de Manuel Pellegrini en West Ham, lo gritó con todo y sus compañeros se le unieron al festejo, exultantes.

Curiosamente, uno de los que pudo ver en directo este golazo fue el mismísimo Roberto Carlos, histórico jugador del equipo Merengue y de la selección de Brasil que se encontraba en uno de los palcos del Emirates, quien era reconocido por su inatajables tiros libres que ejecutaba con la zurda.

La función continuó

A los 70 minutos, el Madrid cometió nuevamente el error de regalar otro tiro libre cerca del área, ahora más cargado hacia la zona izquierda. Declan Rice, en la noche más inspirada de su carrera, se colocó frente al balón, repitió el ritual previo y ejecutó, ahora al palo del arquero. El resultado no podía ser otro: un impresionante remate al ángulo, en el que la volada de Courtois sólo hizo más bella la anotación.

Era el 2-0 para el equipo de Mikel Arteta, ante el delirio de todos. Sus compañeros y el DT, incluso, se tomaban la cabeza al momento de ir a celebrar, totalmente incrédulos de lo que estaban viendo.

A los 80 minutos, con el triunfo ya asegurado y el marcador de 3-0 gracias al tanto de Mikel Merino a los 75 minutos, Arteta tomó la decisión de sacar del campo a Rice, para que el estadio se uniera en un fuerte aplauso. El volante abandonó la cancha con evidentes muestras de dolor, algo que seguramente poco importará cuando pase el tiempo y recuerde esta noche mágica.