La selección masculina de vóleibol enfrentó su segundo partido en el Grupo B de los Juegos Panamericanos. Un desafío complejo frente a Puerto Rico, uno de los rivales más fuertes, lo que quedó reflejado en el desarrollo del juego disputado en el Arena Parque O’Higgins, que presentó un muy buen marco de público, que vio un gran espectáculo, donde los Guerreros Rojos se impusieron por tres sets a uno.
El primer set se definió muy estrechamente, luego de que los caribeños se impusieran 28-26, en una primera manga muy emocionante y que se definió por pequeños detalles. Sin embargo, eso no desanimó a la escuadra nacional que fue en busca de la paridad, apoyado en el buen trabajo de Dusan Bonacic y de Vicente Parraguirre, aunque este último estuvo algo más irregular que de costumbre.
En esa segunda manga rápidamente el cuadro local sacó una pequeña ventaja que supo administrar y estirar hacia la segunda mitad del capítulo. Minimizó los errores, estuvo mucho más efectivo con los bloqueos y eso terminó siendo clave para igualar la serie, con un claro 25-18.
La reacción
El tercer parcial parecía repetir la tónica del primero en el comienzo. Los Guerreros Rojos salieron muy concentrados y aseguraron una ventaja en el inicio. Sin embargo, el conjunto boricua reaccionó y emparejó las cosas, especialmente tras mejorar en el bloqueo. Eso les permitió ponerse en ventaja. No obstante, tras el minuto pedido por el DT nacional, el argentino Daniel Nejamkin, la suerte cambió. Un momento clave, porque de ahí en adelante sacaron lo mejor de sí para pasar al frente en el marcador, por 25-21.
En el cuarto set todo comenzó mucho más tranquilo para Chile, que logró superar la resistencia puertorriqueña, pero se complicó hacia el final. No obstante, pudo sellar por 25-23 una victoria que le asegura el paso a cuartos de final. Eso sí, si vence este miércoles, a las 20.30, a Argentina, entrará directamente a las semifinales.