Los guiños de Beñat
Las rutinas que separan a San José de su antecesor en la UC. Detalles con los hinchas, los jugadores, los juveniles, la prensa y hasta los perros que pululan por San Carlos.
Exactos cuarenta días se cumplen hoy desde el primero de Beñat San José en San Carlos de Apoquindo. La nueva casa futbolística del técnico español que intenta cambiarle la cara a una Católica que en 2017 dejó mucho que desear.
La tarea no es fácil, menos aún considerando que los cruzados venían acostumbrados a una forma de trabajo de la mano de Mario Salas, que pasó tres años en la precordillera. Justamente, en Las Condes, sin ponderar a uno mejor que otro, dicen que los modos son distintos. Y que ya se hacen notar.
Hasta ahora, la UC ha jugado dos partidos oficiales. Y Beñat ya ha dado muestras de que no le tiembla la mano. Así por ejemplo, para el primer choque ante Temuco, dejó fuera de la citación a Lanaro y Lobos, quienes fueron titulares para el duelo siguiente frente a Curicó. O el Huaso Álvarez, quien fue a la banca en el debut del certamen y el fin de semana pasado ni siquiera entró dentro de los citados. Distinto a lo que ocurría con Salas, Beñat le ha explicado uno a uno a los jugadores el porqué de sus decisiones. "Me parece que es importante la comunicación con el entrenador. Beñat ha sido muy claro conmigo, se sentó a conversar y a uno lo deja tranquilo que fue una cuestión de planteamiento o que ve mejor a otro compañero", expuso al respecto Germán Lanaro, uno de los que ha pasado de la no consideración a la titularidad.
Otra diferencia con el Comandante es su rutina antes de los partidos. En el estreno, por ejemplo, en los minutos previos al pitazo inicial y justo cuando sus jugadores realizaban la entrada en calor, el español se pasea aleonando a sus jugadores. La acción fue repetida en Curicó, donde estuvo con los arqueros citados para el duelo. Ese día, además, sorprendió a propios y ajenos al conversar con los medios de comunicación sin problemas minutos antes de que arrancara el duelo ante los curicanos. San José quiere que todos estén cómodos y contentos.
Una de las cosas que valoraron en Cruzados para contratar al español fue su trabajo con los juveniles, algo que ya está demostrando: sin hacer mucho alarde, el técnico, pudiendo encomendarle la tarea a alguno de sus colaboradores, va en persona a ver distintos partidos de las series menores y observar in situ a los jugadores que el club le recomienda están aptos para ser promocionados.
En la precordillera reseñan que el técnico hispano es de un trato "afable y cercano", que se preocupa por detalles, como por ejemplo, comer en el casino del complejo deportivo junto al resto de los trabajadores, algo que también hacía Salas. No así, por ejemplo, el argentino Julio César Falcioni, de triste pasar por San Carlos. En ese sentido, en el reducto de los universitarios cuentan una situación que grafica de principio a fin al extécnico del Bolívar: su amor por los perros. "Beñat apadrinó a uno que anda suelto en el complejo. Él mismo va y le llena un tacho con agua", apuntan.
Ayer, además, le destinó 15 minutos a sacarse fotografías con los hinchas. No se movió del hall de entrada del complejo Raimundo Tupper hasta que todos tuvieron su instantánea o autógrafo.
Pasa que según cuentan en su entorno, para el DT es fundamental saber cómo están todos los estamentos del club, desde jugadores a fanáticos. Así, por ejemplo, desde que llegó al reducto de Las Condes ha hecho público al menos un entrenamiento semanal. No sólo a la prensa, sino también a los socios y abonados. En la época de Salas esto era una quimera. Algo que ciertamente sucedió, pero de manera muy excepcional.
Beñat ya se hace notar en San Carlos. En 40 días tiene a todos encantados. Y hasta los resultados lo acompañan.
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