Este sábado, Martín Vidaurre sumó la primera medalla para el Team Chile en Santiago 2023. Fue la de plata en en el cross country. Horas después, su hermana, Catalina, obtuvo el mismo logro. Los hermanos, pese a la similitud de sus preseas, vivían contrastes. Él era uno de los favoritos y lamentó, entre lágrimas, no haberse llevado el oro. “Hice todo lo que pude. Durante todo el año me preparé de la mejor manera, me llegué a emocionar en la mañana cuando llegué”, señalaba.
“Se me escapó la de oro, era lo único que quería. Luché con lo que pude. Me quedé con lo puesto e hice todo lo que pude”, repetía. Sin embargo, la gente le reconocía su nivel. La ovación llegó de todas formas.
Ella dio la sorpresa. “No puedo estar más contenta. Me tocó superar una enfermedad. Primero de clasificar a estos Juegos y ahora de ganar la plata. Es irreal todavía no me lo creo”, decía la competidora. En el Club Deportivo Universidad Católica se instaló en el grupo de avanzada y se posicionó en la pelea.
“Estoy súper contenta. Toda mi familia me ha estado apoyando durante todo el año. Y mucho más contenta con compartir la plata con Martín”, afirmaba.
Competidores de sangre
Cristóbal Vidaurre nació con una bicicleta al lado. No era de extrañar que a sus hijos les inculcara aquella pasión. O disciplina, en su caso. Él se destacaba en los años en que no existía la Federación en Chile. “Me mantuve activo para acompañar a Martín y a la Catalina a hacer los circuitos antes de las carreras, para darles consejos, decirles en esta parte ‘preocúpate de este detalle o en esta tienes que tomar agua’ u ‘ojo con este sector’”, declaraba a El Deportivo, hace algún tiempo, al explicar su rol en la formación de sus hijos.
Los Vidaurre a los dos años ya pedaleaban. Martín a los cinco de edad competía. Con 19 años logró la medalla de bronce en Lima 2019. Cuatro años después, se superó a sí mismo. Pero no estaba conforme. Es probable que ahora no descanse hasta conseguir el oro, su gran anhelo.
En el arranque arranque en 2021, Vidaurre vivía un verano que cambiaría su perspectiva dentro del deporte. Durante esos meses ganaría el oro en el Campeonato Mundial de Mountain Bike Sub 23. Desde entonces mantiene el apetito por ser siempre el mejor. Eso explica, además, su frustración al conseguir la medalla de plata. Un logro que, a ojos de todos los presentes este sábado, era muy valioso.
Una enfermedad que no la detuvo
Para Catalina Vidaurre las cosas jamás han sido sencillas. “A principio de año me tocó una enfermedad que ni yo creía que existía y fue en verdad muy triste. Yo pensaba que este año iba a ser todo perdido, el nacional tampoco fue como yo esperaba”, señalaba el fin de semana, luego de cruzar la meta.
En marzo de 2023, Vidaurre subió una publicación a su Instagram donde explicaba que debía alejarse del campeonato nacional. “Hace semanas que no me andaba sintiendo muy bien entrenando, con mucha dificultad para respirar y muy cansada, y obviamente como a uno no le gusta parar no le preste mucha atención al asunto pensado que se iba a pasar solo, pero no señores la cosa no paso”, inició diciendo.
“Fui hospitalizada la semana pasada porque me encontraron trombos en ambos pulmones, lo que me estaba provocando dificultad al respirar y mucho cansancio. A pesar de todo el susto y gravedad del asunto estoy feliz de que no paso a mayores y que pude volver al rodillo y gimnasio. Seguimos analizando lo que se viene para el futuro junto a todos los doctores”, daba a conocer.
A solo ocho meses de aquello, la deportista no solo superó sus dificultades médicas, sino que se posicionó como una de las mejores del continente en su disciplina. Lo hizo al lado de su hermano y sus padres. “No puedo estar mas agradecida de todo el público que llegó al cerro, gracias por todos esos gritos, no saben la gran ayuda que fueron”, redactó en sus redes sociales para finalizar un año deportivo que inició entre algodones y terminó en la cima.