En Universidad de Chile solo reciben malas noticias. El equipo estudiantil, que hoy se medirá ante Coquimbo Unido, a partir de las 15.30 horas, en un duelo clave por arrancar del descenso, fue notificado por el tribunal de disciplina respecto de la sanción que deberá cumplir tras los serios incidentes ocurridos en el Clásico Universitario, en el partido jugado en el Estadio Nacional, en el encuentro que cayeron por 0-3.
Según consigna el informe, los dirigidos por Diego López deberán jugar los próximos dos duelos a puertas cerradas. Según el calendario, el equipo que lucha por arrancar del descenso no podrá recibir adherentes frente a Audax Italiano y Everton. Solo volverían los fanáticos en la última fecha ante Cobresal.
En la derrota ante Universidad Católica, las imágenes de la transmisión oficial fueron lapidarias para los azules. Se vio a un fanático hincha de la U pegándole una patada voladora a un guardia, que lo dejó en el piso. Antes, ya habían dañado el Memorial de los Detenidos Desaparecidos. En tanto, durante la invasión, que obligó a los futbolistas a salir rápidamente del campo de juego, la situación estuvo cerca de pasar a mayores. A Luciano Aued, un hincha de la U le pegó un puntapié. El argentino no reaccionó y solo atinó a apurar su recorrido. Yonathan Andía, en tanto, es encarado con por un fanático, con el que incluso se da unos empujones. El mismo hincha después tiene un entrevero con Ronnie Fernández, con quien finalmente termina dándose la mano.
La UC tambien recibe sanción para la Copa Chile
En Universidad Católica, en tanto, también fueron sancionados. El tribunal de disciplina se manifestó tras los incidentes que ocurrieron en la victoria del equipo cruzado frente a Audax Italiano, por la Copa Chile, en el encuentro que marcó el cierre del estadio San Carlos de Apoquindo, que ingresará a remodelación. Se le otorgaron dos fechas sin público local que deberán ser cumplidos en ese mismo certamen. Los de la precordillera apelarán a la sanción.
El duelo estuvo marcado por la masiva detonación de fuegos artificiales, que disminuyó considerablemente la visibilidad en el sector Mario Lepe, donde se ubica la barra del equipo de la franja, lo que fue aprovechado para el segundo paso del plan: la invasión al campo de juego. Uno de los fanáticos portaba una tobillera electrónica, señal inequívoca de que estaba cumpliendo una medida cautelar determinada por la justicia, que limitaba su movilidad. Ingresó al campo de juego, robó un balón y volvió a la galería para ocultarlo en el gorro del polerón que vestía.
Diez días después, Cruzados informó la detección de algunas de las personas involucradas en estos graves incidentes y anunció sanciones que van desde los seis meses hasta los ocho años sin ingresar al estadio.
“Cruzados inició una investigación interna para determinar a la mayor cantidad de responsables de robos de elementos, de ingresos al recinto sin ticket y de invasión del terreno de juego mientras se disputaba aún el partido ante Audax Italiano. Tras dichas investigaciones se constató la identidad de 40 personas a quienes se les aplicarán diferentes sanciones que van desde los seis meses hasta los 8 años sin ingresar al estadio”, informó el club en un comunicado.