En la ANFP y en Colo Colo el optimismo se mezcla con la advertencia. “Se van a sorprender”, dicen casi al unísono ante una consulta que resulta obvia: en qué condiciones llegará la cancha del estadio Monumental al duelo entre Chile y Colombia, por la segunda fecha de las Eliminatorias para el Mundial que organizarán Estados Unidos, México y Canadá y 2026. El duelo en el que la Roja pretende empezar a construir el camino a la cita planetaria después del rival inicial frente a Uruguay.

En Quilín y en Macul afirman que la cancha está en condiciones de recibir un encuentro de alto nivel. Que las aprensiones que manifestó Colombia ante la FIFA, que incluso motivaron la visita exprés de un veedor de la entidad que rige al fútbol mundial para certificar que el campo de juego estuviera en condiciones, ya no se justifican. Y, sobre todo, que el partido se disputará en condiciones normales, sin riesgo para la integridad física de los deportistas.

Trabajos en horas extra

Desde el jueves, la ANFP se abocó a la tarea de recuperar la cancha de la mejor posible. El concierto que ofreció Bruno Mars bajo la lluvia la había dejado, efectivamente, a maltraer. El gerente de Ligas Profesionales, Yamal Rajab, y el de Operaciones y Seguridad, Felipe de Pablo, asumieron la coordinación de los trabajos, los que se realizaron en directa comunicación con Colo Colo, el dueño del recinto deportivo.

La evaluación inicial arrojó varias conclusiones: la primera es que había sectores destruidos y la segunda, que había que intensificar los trabajos para que el campo de juego cumpliera con los parámetros que exige un compromiso de nivel internacional. Para reparar las zonas más dañadas, se recurrió a las reservas de pasto que Colo Colo maneja en viveros propios, las que fueron plantadas y debidamente compactadas. A cargo de esas faenas estuvieron a cargo trabajadores del club que redoblaron turnos con la finalidad de que la superficie presente el mejor aspecto y estado posibles. Los operarios tuvieron a la mano todos los recursos posibles para retirar el agua y el barro de la superficie.

Ahora del inicio del encuentro, en Peñalolén respiran con tranquilidad. Afirman que la cancha está “muy buena” y que no deberían existir inconvenientes para el desarrollo del encuentro en condiciones normales. Y, además, que jamás existieron dudas de que el partido se realizaría en el recinto en el que estaba programado.

Otra imagen del campo de juego del reducto de Macul.

Los últimos reportes, que se producen justamente por la impresión que se genera al arribo de los distintos funcionarios al recinto de Macul, dan cuenta de la recuperación de la cancha del estadio del Cacique. Justo a tiempo.

En febrero, los albos estrenaron la nueva cancha de su reducto, con una mezcla más resistente a las inclemencias del tiempo y que cuenta con un renovado sistema de drenaje. Sin embargo, la intensidad de los últimos fenómenos meteorológicos superó con creces la capacidad de absorción.

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