Los Maorí All Blacks fueron demasiado para los Cóndores
En un San Carlos de Apoquindo lleno, los neozelandeses ganaron 0-73 ante la selección chilena.
El estadio San Carlos de Apoquindo dejó, por una tarde, el fútbol de lado. La galería donde cada fin de semana se posiciona la barra de Universidad Católica estaba llena de puntos rojos. Ahora se trataba de rugby, de una jornada histórica para un deporte que en Chile es amateur pero que aspira al profesionalismo. Y como un paso hacia allá, la selección chilena se enfrentó una de las potencias mundiales. Los Maori All Blacks, la selección étnica y secundaria de Nueva Zelanda, fue el termómetro de los Cóndores. Profesores también, pues la diferencia fue tal que los oceánicos se impusieron 0-73.
La jornada comenzó temprano y el recinto de la pre cordillera se iba llenando a medida que el partido se acercaba a su inicio. La primera gran ovación llegó cuando los jugadores salieron a calentar. Cada uno en su lado, los protagonistas ya vivían lo que se aproximaba. Así, luego de pasar por camarines, Cóndores y All Blacks salieron al terreno de juego.
La idea era hacer sentir a los Maorí como en casa. Por eso, un grupo de representantes de Rapa Nui hicieron una tradicional bienvenida a la visita. También adornaron el cuello de ambos capitanes con un collar típico. Luego de entonar los himnos (el chileno motivado con un potente a capela entre jugadores e hinchas), se dio inicio a los 80 minutos de rugby.
Antes del pitazo inicial se vivió un momento especial en San Carlos. Los Maorí se abrazaron en la mitad de cancha y entonaron su poderoso Haka, un rito de guerra proveniente de la más profunda cultura neozelandesa. Los chilenos, formados frente a ellos, escuchaban con atención.
Y en el juego las diferencias se vieron de inmediato. A los cuatro minutos se rompió el cero gracias a un try que Bryn Hall apoyó en el ingoal nacional. Un pase de Akira Ioane lo dejó solo para correr ante la impotente marca chilena. La conversión la capitalizó Otere Black para dejar 0-7 el parcial.
Minutos después fueron Reed Prinsep (15'), empujado por un scrum cerca de la línea chilena, y Mitch Harpik (22') quienes pusieron los try. Ambos posteriormente convertidos por Black.
Chile se veía inferior a los neozelandeses y aunque con más ganas que buen juego pudieron acercarse al ingoal visitante, pero no conseguían marcar. El público, en tanto, elevaba los C H I buscando respuesta en sus jugadores.
A los 32', Hall volvió a marcar un try y Black otra vez que lo convertía. Seis minutos más tarde sería Ioane quien ampliaría y, otra vez, la conversión que aumentaba las cifras. Así, 0-35 se fueron al descanso.
La potencia física era mayor en los Maorí All Blacks, casi todos los scrum eran para ellos. Al segundo tiempo los Cóndores salieron más ofensivos y se acercaban gracias al escurridizo Marcelo Torrealba, pero siempre eran tacleados cuando se acercaban al ingoal visitante.
La gente, muy respetuosa, solo reprobó con pifias una acción de Akira Ioane, que se encaró con los chilenos luego de una jugada que terminó con Franco Velarde tacleado en el suelo. Fue en el mejor momento de los Cóndores, pero cuando el marcador ya era 0-42.
Chile tuvo una oportunidad clara para descontar, pero la patada de Santiago Videla no entró por los postes de la hache. En los neozelandeses, el descontrol de Ioane lo llevó a hacer faltas y hasta empujar a los nacionales en una actitud incomprensible, y nuevamente pifiada, pues el juego no estaba así de caliente.
Minutos más tarde fue nuevamente Videla quien tuvo la oportunidad en una patada, pero está vez chocó en un poste. En la jugada siguiente, los All Blacks agradandaron su ventaja con el try de Sam Nock que convirtió Black para ponerse 0-49. El mismo Nock apoyó la pelota para dejar 0-54, otro try de Karpik y uno final de Hemopo, cerraron las cifras.
Fue un partido como se esperaba. El profesional contra el amateur. Lo positivo es que es un nuevo apronte para la selección chilena y, con el estadio lleno, se demostró que el rugby sigue creciendo en el país.
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