Una serie de mensajes a través de WhatsApp reunidos en la demanda laboral interpuesta por el ex gerente general de Deportes La Serena, Martín Ossandón, han dejado en evidencia el poder que tiene el representante de jugadores Fernando Felicevich en el club granate.
Así lo ha reflejado Radio Bío Bío en un extenso reportaje en el que analizan más de 1.300 páginas de conversaciones internas en las que se constata la influencia del “representante de las estrellas” en las decisiones de la institución papayera.
Allí queda reflejado su intervención en las decisiones importantes del club como negociaciones con jugadores, quien se queda o se va del club e incluso entregó las indicaciones de cómo debía ser el comunicado que anunciaba la salida de Humberto Suazo.
Pese a esto, el presidente de D. La Serena indica en la publicación que “en mi club las decisiones las tomo yo”.
Una postura que es descartada por el abogado de Ossandón, Javier Ugarte, quien señala que “la postura del club es tratar de señalar que tanto (Daniel) Behar (mano derecha del representante de jugadores) como Felicevich son simples asesores, pero creemos que contamos con antecedentes suficientes para demostrar que ambos eran de facto los superiores directos de Ossandón, que en la práctica ejercían la administración del club y que los montos que se reclaman en el juicio laboral están plenamente justificados en acuerdos vinculantes”.
Uno de los ejemplos donde se aprecia el poder de Felicevich está en el momento en el que Humberto Suazo decidió dejar el club para unirse a Raya2, equipo filial del Monterrey en México.
En una de las conversaciones Behar pregunta si es que Suazo se había despedido de sus compañeros, obteniendo la respuesta positiva. Allí irrumpió Felicevich, señalando que “subamos un comunicado porfa. Bien escueto y frío por favor”.
Y tras la confirmación de la salida de Chupete, Ossandón pidió la autorización al representante para “mandar a la mierda” al jugador, recibiendo la autorización de Felicevich. Más tarde, el exgerente general compartió las palabras.
“Humberto ¿Qué quieres que te agradezca? ¿Que nos dejes botados a mitad de camino? Estamos como club muy decepcionados por cómo se terminó esto. No es primera vez que sales así, y difícilmente sea la última. Como futbolista, creo que eres lo mejor que me ha tocado ver en mi vida, pero como persona… dejémoslo ahí. Ahora que ya no estás en el club no me interesa lo que opines. Tu finiquito está listo, según entiendo Golote ya se había contactado contigo para que lo firmes. Ahora tengo otros temas que resolver. Si tienes algún problema con el contenido del finiquito me avisas. Saludos”.