Que Chile clasifique al Mundial de Qatar depende de un milagro. O de varios. En primera instancia, incluso, es impropio pensar en alcanzar un cupo en la cita asiática. Lo primero, o lo único que a lo que puede apostar la Roja después de la caída frente a Brasil, en el Maracaná, es alcanzar la plaza en el repechaje. Y ni siquiera esa opción depende directamente de lo que puedan realizar los dirigidos de Martín Lasarte en la última fecha de las Eliminatorias, en la que están obligados a vencer a Uruguay, que llegará clasificado a San Carlos de Apoquindo, para ponerse a esperar una combinación de resultados que los dejarían en el quinto puesto.
Machete y sus dirigidos tendrán que ser especialmente enérgicos en sus ruegos, porque sus tenues opciones necesariamente tocan las de otros. En términos simples, además de vencer a la Celeste, la Roja tiene que esperar que Colombia y Perú no sumen victorias en los encuentros frente a Venezuela y Paraguay, en los que ambos cerrarán sus respectivas participaciones. De lo contrario, por segunda vez consecutiva, después de llegar a los cuartos de final en Brasil 2014, la Generación Dorada tendrá que conformarse con mirar el máximo evento futbolístico a nivel planetario a través de la televisión.
Más que una cuestión de fe
El vestuario de la Roja quedó seriamente golpeado después de la goleada en el Maracaná. “Estamos destruidos”, se atrevió a reconocer Joaquín Montecinos. El delantero del Xolos de Tijuana ingresó en el complemento y, al menos, mostró la actitud que se requería para un encuentro trascendental. El otro que sacó la voz fue Arturo Vidal, aunque en su caso, como había sido en la antesala, fue para intentar mantener la moral en alto. “Todavía no termina. Tenemos un partido, tenemos chances. El que no cree, mala suerte. Nosotros tenemos todavía mucha fe, sabemos que está difícil, pero mientras tengamos chances, vamos a pelear hasta el final”, manifestó el Rey después del encuentro.
El volante del Inter también se tomó un tiempo para la autocrítica. “Las Eliminatorias en general son muy difíciles. Si no estás preparado, si no te concentras, si te equivocas mucho, te pasa la cuenta y eso nos está pasando ahora. Pero todavía tenemos chances, tenemos un partido en casa. Tenemos que descansar, prepararlo de la mejor forma y tratar de ganar el último partido y ver qué pasa. Ojalá que podamos clasificar”, insistió.
Medel, por su parte, aterrizó un poco las esperanzas. “Estamos con la calculadora, como de costumbre en el último tiempo, perdimos muchos puntos valiosos en Chile y eso nos pasó la cuenta, pero vamos a salir a ganar el martes (contra Uruguay) y dar lo mejor”, dijo el Pitbull.
El defensor, al igual que parte de la Generación Dorada, se resiste abandonar la Seleccón: “Físicamente estoy en un gran momento y me siento bien, no tengo ningún problema. Siempre que me requiera la selección voy a venir y dar lo mejor, hasta que me saque uno mejor, como dijo Arturo (Vidal), y lo haga bien en su liga”.
Al margen de las buenas intenciones, e incluso de los ejercicios de fe, la Roja necesitará de una reacción futbolística para imponerse a San Carlos de Apoquindo. Incluso, si se diera, para aprovechar las ventajas que puede ofrecer una escuadra que llegará al recinto de Las Condes algo más relajada, después de haber conseguido el pasaje a Qatar.
Rearmarse
Lasarte no solo tendrá que levantar anímicamente a sus dirigidos. La misión más importante para el estratega nacional es rediseñar una escuadra que, de partida, tendrá dos ausencias importantes. Claudio Bravo y Paulo Díaz, amonestados frente a Brasil no estarán disponibles para el técnico, lo que lo obligará a tomar decisiones.
En el pórtico, por ejemplo, tendrá que optar entre Brayan Cortes y Sebastián Pérez. El arquero de Universidad Católica fue a la banca ante la Canarinha, debido a que el guardameta de Colo Colo estaba suspendido por acumulación de tarjetas amarillas. Sin embargo, cuando no estuvo disponible Bravo y el golero del Cacique estaba habilitado para actuar, el elegido siempre fue el Indio. Así sucedió en Calama, cuando el golero del Betis tuvo que abandonar el campo de juego prematuramente producto de una lesión muscular y luego, en el partido siguiente, ante Bolivia, en La Paz.
El reemplazante de Diaz es más complejo de determinar. Primero, porque dependerá del sistema táctico que emplee Lasarte, quien seguramente optará por una disposición más agresiva, con la finalidad de buscar el único resultado que le sirve ante los orientales: la victoria. Opciones, de todas formas, no le faltan. Dando por descontado que Gary Medel se mantendrá como titular, Benjamín Kuscevic, Enzo Roco y Sebastián Vegas postulan, a priori, para acompañarlo. El otro candidato es Guillermo Maripán, pero en el caso del defensor del Monaco hay que esperar la evolución que experimente la lesión de rodilla con la que llegó desde Francia. A estas alturas, otro milagro.
Brereton es la esperanza
La búsqueda de esperanza convoca, necesariamente, a apelar a nombres, por más disminuidos que puedan llegar al decisivo encuentro ante los charrúas. Así, por ejemplo, Erick Pulgar se sumará a la lista de opciones, después de haber cumplido el aislamiento relativo al contagio de Covid-19, que fue anunciado a través de los canales oficiales de la ANFP.
Sin embargo, lo que más entusiasma a Chile, en esta necesidad de buscar estímulos donde pueda encontrarlos, es la posibilidad de contar con Ben Brereton. El delantero del Blackburn Rovers no fue incluido en la delegación que viajó a Río de Janeiro, pues no superó las pruebas a las que fue sometido para probar si el tobillo izquierdo, que le ha dado problemas en las últimas semanas, respondía adecuadamente. El atacante nacido en Inglaterra continuó en terapia, a cargo del cuerpo médico de la Roja. Hasta el lunes, se le mantendrá en observación, siempre con la mirada puesta en que pueda actuar ante la escuada de Diego Alonso.