En el Auditorio José María Aznar de la Universidad Andrés Bello hay tres figuras que acaparan la atención. Son íconos en sus deportes y ganadores en los escenarios más complejos del mundo. Juntos suman múltiples presencias en campeonatos mundiales y cuatro medallas olímpicas. Se trata de Fernando González, Sergio “Cachito” Vigil y Pablo Lemoine. El primero está ahí como moderador, los otros dos como invitados del conversatorio “Caminos al éxito: selecciones mundialistas del hockey y rugby chileno”, organizado por el Instituto del Deporte y Bienestar UNAB.
El tridente debatió por casi una hora sobre temas tan importantes como las expectativas en el alto rendimiento, el sentido del éxito y las claves de la masificación para los deportes con menos exposición. Todo, frente a cientos de alumnos que llenaron en masa el edificio ubicado en la tradicional Casona de Las Condes.
Lemoine y Vigil son las personas idóneas para conversar sobre aquello. Primero porque son los líderes de dos selecciones que tocaron la élite del deporte mundial en 2022 y segundo, porque esta no es la primera vez que lo logran. Ambos llegaron desde el extranjero con procesos históricos en sus países y tras años de trabajo lograron replicar el método en Chile. Pero siempre destacan que el ganar no es lo más importante. Que hay otros factores y objetivos en la discusión.
“Me ha tocado tener momentos de éxitos, clasificaciones, ganar, pero lo paso muy rápido, porque no me quiero quedar ahí. Inmediatamente paso a buscar otro desafío, mucho más personal. Mi éxito es mucho más la búsqueda de otro objetivo, que en definitiva lo que logré. Los proyectos que lidero no son tanto el resultado, que es una etapa, sino el legado que va dejando ese proyecto. Si hoy, con los Cóndores no crece el rugby chileno será un fracaso grande. Porque en definitiva ir a un Mundial termina siendo una pequeña isla dentro de todo el rugby”, expuso Lemoine en una de sus primeras intervenciones. Frase clara, que fue muy aprobada por “Cachito”, quien planteó una opinión muy similar.
“El único éxito esencial es aquel que después de haberse logrado, ayuda a mejorar, transformar el espacio que vivimos. Mi sueño es que se genere un ADN olímpico, que en cada club o sector del país esté ese espíritu. Una cosa es salir campeón y otra poder descubrir campeones. El éxito más grande es nunca abandonar el camino para descubrir cada campeón que hay en una sociedad”, expuso el entrenador de Las Diablas, quien vivió una jornada de mucha emoción.
El recuerdo de Claudia Schüler
Producto del sensible fallecimiento de quien fuera capitana de la selección femenina de hockey césped, Claudia Schüler, acontecido este lunes, tras una larga lucha contra el cáncer, el conservatorio tuvo muchas menciones a la exportera de Las Diablas. Desde palabras emotivas de las autoridades de la universidad, hasta un minuto de silencio en medio de la actividad. También apareció entre el público Luciana Aymar, esposa de Fernando González y ex pupila de Vigil, quien tomó el micrófono para destacar el rol del argentino en su carrera. Todas esas postales quebraron a un “Cachito” que siempre conectó con los presentes.
Fue justo antes de esa intervención de Aymar, quien ayer asistió al velorio de Schüler para acompañar al DT, que Vigil confesó por qué llegó a Chile en 2015. “Lo que ocurrió fue que la Federación me invitó a un sueño grande. Un sueño más grande que la meta incluso. El objetivo era generar masificación en el hockey, que se juegue en todo el país y todos los estratos sociales. Ese fue el punto. “Queremos algo más que los resultados que tuviste, me plantearon”, mantuvo.
Y es que, para ambos estrategas es clave mirar más allá de un torneo puntual. Ellos llegaron para cambiar cimientos y no para traer medallas, aunque eso último ya lo han hecho. “El proceso mundialista es una parte de nuestro proyecto. Hoy estamos tomando más decisiones de 2024, 2025, que del Mundial. Esto no quiere decir que nos despreocupamos de Francia 2023, pero es importante demostrar con hechos que lo importante es lo que viene después del Mundial. Esto es un punto de partida, no un punto de llegada”, sostuvo Lemoine.