Cobresal tuvo el título del Campeonato Nacional al alcance de la mano. Pero se le escapó en la última estación de la ruta. Mastica el amargo sabor de un tropiezo que duele. La derrota con Unión Española y la victoria de Huachipato sobre Audax Italiano le entregó el título a los acereros, mientras que los mineros pasaron de la ilusión al lamento.
Hay una frase que identifica a los hinchas cobresalinos: “Insoportablemente vivos”. En circunstancias como ésta, el forofo minero copó la Galería Norte de Santa Laura, con la expectativa a mil. Una victoria le daba la coronación al equipo nortino. Los hispanos, que se dieron el gusto de bajar de la carrera a Colo Colo, entró con una remota opción de entrar en la Copa Sudamericana.
Gustavo Huerta, quien buscaba su primer título como DT en Primera División, sufrió el partido. Porque no estaba conforme con el accionar de los suyos. Cobresal, elenco no acostumbrado a lidiar con una alta expectación mediática, se notaba tenso, apretado. Le costaba fluir. Eso lo aprovechó Unión, que se vio mejor en la primera parte, acechando constantemente la portería de Leandro Requena. El golero argentino era el más destacado de los mineros. Tuvo a lo menos tres tapadas destacadas.
Los 45′ iniciales registraron sólo el 28% de posesión para Cobresal. No tuvo la pelota y se concentró en su campo cuando el rival avanzaba. Apelaba a la salida rápida, buscando a Cecilio Waterman, quien fue al choque contra los centrales. El puntero del fútbol nacional padeció un duelo que podía marcar su historia. Algo de pánico escénico. Si el equipo de Ronald Fuentes se iba al descanso en ganancia, no era sorpresa.
Todos los partidos se fueron al entretiempo sin goles, lo que le entregaba la copa a los albinaranjas. La ansiedad y los nervios le hacían un flaco favor a los pupilos de Huerta, que trataba de aleonar a sus jugadores, para que reaccionaran. Cobresal estaba jugando con fuego, porque un gol de Huachipato alteraba el plan.
En los 58′, llegó el 1-0 de los rojos, anotado por Stefano Magnasco, con un remate cruzado bajo. Algo de complicidad de Requena, quien se vio lento en la reacción. Cuando Cobresal no reaccionaba, llegó un inesperado empate de Waterman, con un cabezazo en los 67′. Una aparición del panameño era oxígeno puro para el equipo visitante. Sin embargo, se revisó en el VAR y fue anulado por fuera de juego.
Como si fuera una jugarreta del destino, la anulación coincidió con el primer gol de Huachipato al Audax Italiano, lo que condujo el duelo para los siderúrgicos. No le salía nada al equipo que llegó a Santiago como líder y con la primera opción de ser campeón.
Recién al final fueron a buscar un gol que llevara la definición a una final única, la opción que tenía más a la mano. Pero lo hicieron por inercia, a punta de ‘ollazos’ hacia al área. Nunca le fue cómodo el duelo a Cobresal, un equipo que durante el año supo responder ante las adversidades que se les presentaba en los partidos, pero no pudo con los nervios de pelear por la copa.
Como un bálsamo, el elenco de Gustavo Huerta jugará la fase grupal de la Copa Libertadores como Chile 2. Pero la copa no estará en sus vitrinas.
Ficha del partido
U. Española: N. Guirín; S. Magnasco, J. Villagra, J. Tiznado, F. Massri; I. Núñez, E. Cecchini (89′, V. Vidal), D. Acevedo (46′, B. Carvallo); A. Uribe (79′, B. Yáñez); R. Piñeiro (79′, G. Norambuena) y L. Garate (89′, M. Maureira). DT: R. Fuentes.
Cobresal: L. Requena; M. Filla (46′, P. Cárdenas), D. Céspedes, C. Toro, M. Jorquera; F. García, A. Camargo (60′, S. Silva), W. Rueda, L. Valencia (81′, L. Vásquez); C. Waterman (81′, J. Castro) y G. Lezcano (46′, C. Munder). DT: G. Huerta.
Goles: 1-0, 58′, Magnasco, tiro cruzado por la derecha.
Árbitro: F. González. Amonestó a Cecchini, Garate, Núñez (UE); Silva (CSL).
Estadio Santa Laura. Asistieron 5.865 personas.
En cursiva, jugadores juveniles.