Los nervios y la jerarquía de Cerro Porteño arruinan el debut de Curicó Unido en la Copa Libertadores

Curicó
Ronald de la Fuente, luchando frente a la marca paraguaya. Foto: Conmebol.

Un agónico tanto de Patiño sentenció la victoria paraguaya en el Estadio Monumental. El elenco de Damián Muñoz tuvo un comienzo prometedor, pero rápidamente se diluyó para terminar sucumbiendo ante el mayor oficio del conjunto guaraní. El VAR también fue un cuestionado protagonista anulándole un tanto a los chilenos.



El 21 de febrero de 2023 va a quedar en la historia de los hinchas de Curicó Unido. Justo en la semana del cincuentenario de la institución, el club cumplió el sueño que ni el más optimista imaginó a comienzos de la década del 2000, cuando mordía el polvo de las desvencijadas canchas de la Tercera División. Por eso, más allá de la dolorosa y agónica derrota por 0-1 ante Cerro Porteño, la noche capitalina marcaba el hito del estreno absoluto en la Copa Libertadores. Y eso es algo que jamás se olvidará en el Maule.

A pesar de que el encuentro por la fase 2 del certamen se jugó en el Monumental y no en La Granja, por temas logísticos, los más de 10 mil hinchas que llegaron a Macul hicieron sentir fuerte la localía. Sin embargo, eso no ayudó a sacudir de sus nervios al debutante plantel curicano.

En líneas generales, el equipo albirrojo intentó tomar el protagonismo en los primeros minutos frente a un cuadro paraguayo que se agrupó bien para aprovechar la salida rápida, beneficiándose de los errores del local en la mitad de la cancha. Su piloto de ataque fue Diego Churín, el mismo que brillara en el elenco de la Séptima Región hace algunos años. De hecho, en el primer tiempo tuvo la más clara, con un cabezazo que dio en el travesaño (37′).

Sin embargo, la fracción inicial del encuentro quedará en el recuerdo por una jugada que, si no batió el récord de demora en el análisis del VAR, estuvo muy cerca. Una perfecta jugada de laboratorio entre Mario Sandoval y Ronald de la Fuente encontró destapada la cabeza de Augusto Barrios, a los 12′. A simple vista, un gol válido sin mayores cuestionamientos. No obstante, debieron pasar 10 minutos para que, luego de trazar líneas en distintos ángulos e interpretar -muy dudosamente- la participación del capitán curicano Franco Bechtholdt en la jugada, el juez argentino Yael Falcón decidiera anular el tanto.

En el complemento el circuito compuesto por Sandoval, Yerko Leiva y Cristian Zavala intentó juntarse, pero no siempre los talentosos tomaron las mejores decisiones, complicando a la retaguardia que quedaba expuesta a los movimientos de Carrizo y Viera. Esto se agudizó en los primeros minutos, cuando los dirigidos de Facundo Sava fueron a buscar más arriba y tuvieron varias posibilidades de anotar, obligando al lucimiento de Fabián Cerda.

En esos pasajes del pleito, se vio a los pupilos de Damián Muñoz completamente nerviosos y desconcertados, lo que se vio en los errores en la entrega. El DT tortero necesitaba remecer a sus pupilos si no quería hipotecar tempranamente la llave.

El mazazo final

Por su parte, el Colorado Sava se animó a más y mandó a la cancha al experimentado Marcelo Moreno Martins para acompañar en el ataque a Churín. Los minutos pasaban y el Ciclón perdonaba a un Curicó que se defendía como podía.

A los 76′, los maulinos tuvieron una clara, luego de que Federico Castro rematara en el área tras un desborde de Zavala. Martínez estuvo preciso en la contención y luego Espínola se cruzó para evitar la caída, en una jugada en la que los jugadores chilenos reclamaron mano, pero el guaraní la tenía apoyada en el suelo, por lo que tanto Falcón como su compatriota Germán Delfino, a cargo del VAR, lo desestimaron.

Con el correr de los minutos, la primera misión del anfitrión se transformó en resguardar su arco. Si bien el 0-0 no era el resultado ideal, al menos le permitía mantener la serie abierta. Pero no lo logró.

A los 89′, un córner desde la derecha encontró a Juan Gabriel Patiño sin marca, y aprovechando la pantalla de Moreno Martins, para conectar un cabezazo certero y anotar el gol de la victoria. Un tanto que, por cómo se dio el segundo tiempo, le puso justicia al trámite.

Los torteros deberán sacudirse rápido del mazazo de la agónica derrota: el viernes reciben a Universidad de Chile y el próximo martes viajarán a Asunción para buscar un milagro ante un gigante del continente, que anoche puso la jerarquía por delante para llevarse un resultado muy valioso.

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