Ocho años en el fútbol es una eternidad. Sobre todo para un equipo grande, como Universidad Católica. Y ese es el tiempo que ha transcurrido desde la última vez que el cuadro de la precordillera clasificó a los octavos de final de la Copa Libertadores, de la mano de Juan Antonio Pizzi en 2011. Un buen tiempo después tiene la ronda de 16 mejores al alcance de la mano. Hoy, de hecho, podría volver a saborear esa sensación tras ser el último de su grupo en las últimas dos ocasiones en que disputó el torneo continental de clubes.

Pasa que los cruzados reciben a Libertad de Paraguay en San Carlos y a la misma hora Gremio será local ante Rosario Central. La combinación es simple: si el cuadro universitario gana y en Porto Alegre se da una igualdad, el boleto a los octavos de final será una realidad a falta de dos fechas para cerrar su participación en el Grupo H, lo que lo haría aún más meritorio.

"Si se dan los otros resultados, buenísimo, pero no afrontamos este partido con esa ansiedad de clasificar. Queremos ganar para alcanzar a la punta", aseguró en la previa Matías Dituro.

Para eso Gustavo Quinteros volverá a contar con sus jugadores estelares, esos a los que les dio descanso el reciente fin de semana frente a Everton (a pesar de eso, la UC alcanzó su séptimo partido en línea sin perder). Justamente, el último equipo que la venció fue Libertad, en ese aplastante 4-1 en el arranque de la Copa.

"No lo tomamos como una revancha. Es un partido importante, el más importante que tenemos hoy en día", agregó el arquero cruzado sobre lo ocurrido en Asunción hace casi un mes. San Carlos hervirá lleno.