El plan de Frank Kudelka no resultó. Su intento de poner fin a los 17 años de no ganar la U en el estadio Monumental solo se quedaron en deseos y retratados en un sinnúmero de papeles colgados en el camarín. Su equipo, pese a toda la planificación, que siguió al pie de la letra, no demostró la personalidad suficiente para superar al Cacique en un encuentro que el transandino hoy solo quiere sacar de su cabeza y la de sus jugadores.

Es que Kudelka manejaba cada antecedente del duelo. No dejó nada al azar. La formación que utilizaría Héctor Tapia ya la tenía en su poder desde el miércoles, pese a todas las especulaciones que existían en relación a si repetiría los once jugadores que vencieron a Corinthians. El transandino, en el Centro Deportivo Azul, ya había recibido el informe detallado del planteamiento 3-4-1-2 que utilizaría el cuadro albo.

El ambiente era otro punto que lo tenía en alerta. Sabía de la hostilidad que provocaba ir a jugar al Monumental. Y, pese a bajarle el perfil a realizar el calentamiento, el DT optó por recibir la petición de sus jugadores de saltarse el protocolo y efectuar los ejercicios de precompetencia en la cancha principal. Las pifias ensordecedoras solo adornaron un acto de rebeldía que prometía traer buenos resultados a un equipo con ganas de entrar en la historia del club, tal como se los propuso el cuerpo técnico en su idea de motivarlos.

El camarín utilizado en el reducto de Macul también tomó un color especial. Kudelka quería sentirlo propio, lejos de las baldosas blancas con negro que adornan el espacio. Es por esto, que antes que los futbolistas llegaran a equiparse para dar inicio al juego, la comitiva del club dispuso en el camarín de una serie de cambios que buscaron hacer más confortable el espacio.

La primera medida fue llenar el vestuario con stickers del chuncho, símbolo que representa al club. Cada jugador, en su puesto, lucía una calcomanía. La idea, sin duda, fue generar un sentido de identificación y pertenencia. Además, se dispuso de un cartel, con los colores azul con rojo, que invitaba a los jugadores a hacer historia: "Vamos la U", decía frente a la posición en la que se ubicaron los jugadores.

"No fue algo exagerado como pasaba con Hoyos. Fue algo bien sobrio", dicen desde el plantel.

Heller, por su parte, no disfrutó del encuentro en el palco. El presidente vio cada detalle del duelo en un televisor, en el sector de camarines. Estuvo acompañado por Pablo Silva, director ejecutivo, José Luis Navarrete, director de Azul Azul y Eduardo Álamos, gerente de la concesionaria.

En cancha, justo al momento de terminan el calentamiento, y frente a las pifias de los casi 36 mil hinchas, los azules se abrazaron y se arengaron por última vez. Repitieron que iban a dejar todo en la cancha para cambiar la historia. Las ganas, y el plan, no sirvieron de nada.

Explicaciones

En la comisión fútbol de Universidad de Chile están a la espera de la citación de Ronald Fuentes, gerente deportivo de Azul Azul, para analizar la dolorosa caída ante Colo Colo, en el Monumental. Este miércoles, según el calendario del club, Frank Kudelka debiese exponer y dar explicaciones del fallido plan que preparó para dar la sorpresa en Macul. La sesión, que será comandada por Daniel Schapira, jefe de la comisión fútbol, comienza a preparar los cambios que buscan revolucionar a la U versión 2019.