Los penales salvan a Brasil ante Paraguay

Brasil 0 (4) - (3) 0 Paraguay

Brasil: Alisson; Dani Alves (85', Lucas Paquetá), Thiago Silva, Marquinhos, Filipe Luís (46', Alex Sandro); Arthur, Allan (71', Willian), Coutinho; Gabriel Jesus, Firmino, Everton. DT: Tite.

Paraguay: J. Fernández; I. Piris, F. Balbuena, G. Gómez, J. Alonso; R. Sánchez (78', J. Escobar), C. Ortiz, H. Pérez (74', R. Rojas), S. Arzamendia (61', B. Valdez); M. Almirón; D. González. DT: E. Berizzo.

Árbitro: R. Tobar (CHI). Amonestó a Filipe Luís, Firmino, Arthur (BRA); Arzamendia, Piris, Alonso (PAR). Expulsó a Balbuena por roja directa.

Arena do Gremio. 48.211 personas.

Penales: BRA 4 (Willian, Marquinhos, Coutinho, Gabriel Jesus) PAR 3 (Almirón, Valdez, R. Rojas.

Con mucho susto, Brasil sigue vivo en su Copa América. Recién en los penales pudo eliminar a Paraguay, que rescató un 0-0 en los 90', pero que se ahogó en la orilla.

Poco le importó al elenco paraguayo haber entrado por la ventana a los cuartos de final, con apenas dos puntos. El cuadro guaraní vio una nueva oportunidad y se aferró con uñas y dientes a la vida extra. Así le plantó un duro e inteligente partido al dueño de casa.

Eduardo Berizzo planificó con mucho acierto el duelo. Paraguay se presentó en la cancha con un claro 4-4-1-1, con Derlis González, un volante, como 9 falso. El plan era aguantar, presionar bien arriba y cortarle los circuitos al local, que nunca logró sentirse cómodo.

La más clara del primer tiempo, de hecho, corrió por cuenta del visitante en los pies de Alonso, que bien pudo cambiar el rumbo del partido a los 29 minutos.

Y si Paraguay ya hacía un partido defensivo con equipo completo, definitivamente se colgó del travesaño después de una jugada en la que el árbitro chileno Roberto Tobar tuvo directa injerencia. Y un correcto criterio para decidir, por cierto. A los 54' cobró penal de Balbuena sobre Firmino y tras revisar la jugada en el VAR (donde estaba el otro chileno Julio Bascuñán), finalmente pitó la falta fuera del área, pero expulsó al zaguero guaraní. Ya con diez hombres, los de Berizzo se dedicaron casi exclusivamente a defender.

A Paraguay le acomodaba la trama del partido. Y Tite hacía cambios para intentar torcer el rumbo. Primero mandó a Willian a la cancha en vez de Allan, entendiendo que le sobraba el volante de corte. Luego a Lucas Paquetá. La propuesta del Scratch era todo ataque, con dos 9, dos creativos, dos aleros y los laterales pasando permanentemente.

Y Brasil iba. Y Paraguay rechazaba todo. Y Brasil volvía a ir. Y Paraguay volvía a rechazar. El partido parecía un loop. Un permanente déjà vu, con un brasileño rematando, y un paraguayo despejando. Lo tuvo Everton, lo tuvo Gabriel Jesus. También Willian. Pero nada. Encima, Junior Fernández, arquero paraguayo, se agigantó. Y hasta el palo jugó para los blanquirrojos. Así llegaron a los penales.

Para Paraguay fallaron Gómez y González. Para Brasil solo Firmino. Y pasó Brasil y Paraguay se quedó a un paso de la hazaña. Respira la Verdeamarela, que ahora espera por el ganador de Argentina-Venezuela.