“Los permisos fueron elegidos bajo mesa”, la ola de protesta del mejor surfista de Chile
Guillermo Satt, que busca clasificar a Tokio, recibe su autorización para entrenar en cuarentena después de hacerlo durante semanas de forma prohibida. Alega injusticia en la asignación de los permisos especiales y dispara contra la Federación Chilena de Surf.
Siete de la mañana en la costa de Arica y un hombre se alista para entrar al mar. Calienta, estira, mira las olas y escucha música antes de introducirse al agua; no sin un pequeño temor que se sitúa en su cabeza. Pese a no haber cuarentena, está prohibido el surf y una detención no es plan para nadie, menos de alguien que en su horizonte busque llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio.
Así fueron las mañanas del mejor surfista nacional, Guillermo Satt (27), durante varios meses. Debió nadar ilegalmente en el mar ariqueño, ese donde aprendió a dominar las olas desde pequeño. Hoy el panorama es diferente. Sí hay cuarentena en Arica, aún no se permite el surf, pero dispone desde el miércoles por la noche con el permiso otorgado por el gobierno a deportistas que habiten comunas en encierro obligatorio. Se le abren las puertas para volver sin problema a las prácticas, pero no lo recibe a gusto. Alega injusticia. O somos todos o ninguno, es su lema.
“Esos permisos los gestionó el Comité Olímpico con el Ministerio de Salud. De ahí se juntaron las federaciones con el Comité para destinarlos. Acá se hizo una mala gestión de la Federación Chilena de Surf, que está representada por personas que no tienen idea de lo que es el deporte del surf y velan más por intereses de ellos. El permiso se lo otorgaron a ocho seleccionados nacionales de surf y encuentro injusto que dejen afuera a muchos. Fueron elegidos bajo mesa. Se guiaron mucho por el tema de que vienen los Juegos Olímpicos y el Mundial ISA, pero para eso queda un año y todos tenemos derecho a entrenar. Vienen también los Mundiales jr, donde Chile tiene un muy buen nivel. ¿Qué pasa con el surf adaptado? Son deportistas que han dado buenos resultados a Chile, como medallas mundiales, y no tienen un cupo. ¿Qué pasa con los surfistas que han llevado el surf chileno a lo más alto y no tienen el permiso? Es injusto”, alega Satt.
El ariqueño va más allá, apuntando a una mala gestión en la directiva de la Federación Chilena de Surf. “El permiso tendría que haber sido consultado a sus dirigentes regionales y ampliarlo a la realidad de cada ciudad con los mejores deportistas de cada disciplina de surf. Acá se puede notar que esta lista de gestiono entre cuatro paredes, dejando fuera a varios de los mejores surfistas el país. Hace varios años que esta Federación ya no nos representa en nada. Me gustaría que cambiara prontamente esta directiva actual o simplemente renunciara a beneficio de nuestro deporte y deportistas. Mi meta es llegar a Tokio y lamentablemente tengo que estar federado. La Federación hoy en día se maneja por dos personas, la presidenta Paula Muñoz y la gerenta Marcela Vitta. Los clubes hoy en día son la base de la Federación y no están siendo escuchados. No se están haciendo reuniones de los presidentes y ni siquiera considerar las opiniones de los deportistas de cada región, esto repercute en decisiones que son unilaterales sin dar la oportunidad a que se expresen dirigentes y deportistas”, lanza.
“Hoy en día los recursos de la Federación son utilizados de acuerdo a los intereses de la presidenta, retrasando el desarrollo profesional de muchos deportistas de este país, apostando los recursos a eventos amateur que no son competitivos y dándonos muy pocas posibilidades de crecer en el surf profesional, que hoy en día es la World Surf League”, agrega.
Además, Satt critica el retraso en la reacción de las autoridades, principalmente porque hasta hoy tienen prohibido el surf en el país. “Chile tiene unas de las mejores olas del mundo y está el surf ilegal desde que empezó la pandemia. Mejor se hubiese gestionado legalizarlo, como en varios países. Estamos ilegales surfeando hace harto tiempo. Encuentro absurdo que se pueda hacer una fila en el centro pero no surfear. El surf es un deporte individual, no necesitas estar en contacto con gente. Pero sí se puede ir a trotar o sí se puede andar en bici. Se debió gestionar legalizar el surf en vez de los permisos. Generaron mucha rivalidad en el tema de los permisos, no pensaron en el deporte ni en los que vivimos del surf”, dice.
La prohibición del deporte de las olas va más allá. Tanto así, que todas las fuerzas armadas han sido las encargadas de vigilar y dejar las tablas fuera del mar, según cuenta el nortino. “Acá en Arica se hacían operativos de militares, marinos y carabineros para sacar a uno o dos surfistas del agua. Yo no tuve problemas, pero había veces que estaban los marinos y no nos podíamos meter. Había que ir temprano. Hasta se los llevaban presos. Pasó en varios países también y después de las cuarentenas lo único que hacían era promocionar el deporte en casa, entrenar y cosas así. Es contradictorio”, opina.
La molestia con las autoridades en el surf nacional es compartida por varios. El mejor surfista chileno de la actualidad explica los proyectos que buscan un recambio en la Federación. “La mayoría de los surfistas profesionales estamos trabajando en una nueva directiva que sí va ser cien por ciento enfocada a los deportistas. Una que buscará tener un circuito profesional chileno, enfocada en las nuevas generaciones, en tener las playas limpias, educar, y otras cosas. Es la directiva nueva que queremos los deportistas. Dejo invitado a la comunidad nacional del surf a que se integren a esta nueva directiva. Se está trabajando con gente que ha sido deportista y han dejado un legado. La presidenta hace lo que ella quiere, dejó de lado el circuito nacional, a los deportistas, y no escucha a sus dirigentes. Hay muchos clubes que están cegados por las mentiras de la Federación, y los invito a que se unan a esta campaña para un buen futuro del surf nacional”, comenta.
El sueño de Tokio
Además de practicar en las costas de Arica, pese a la prohibición de este deporte, se sumaron ejercicios físicos en su hogar. Todo, pensando en su gran objetivo, ir a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que se celebrarán en 2021. “Estoy en proceso de clasificación. Falta el Mundial, que es la forma de clasificar y se hará el próximo año. Iba a ser este año pero se canceló todo. Hay posibilidades. Quedan 10 cupos para poder clasificar. En el Mundial participan varios, pero van hartos clasificados ya, entonces esos van pasando para abajo. Me siento preparado, he estado entrenando harto. La meta está clara, es mi meta y hay que lograrlo”, dice.
“El Mundial será en El Salvador. Las olas allá son similares a las de acá. Uno tiene que entrenar para todo tipo de condiciones siempre. En Tokio son playas de arena y la ola no es tan buena, así que hay que entrenar para ese tipo de condiciones. Mi especialidad es el surf de tabla corta, el competitivo. También el de ola grande, pero ese no está en los Juegos. Creo que todos en un minuto estábamos iguales, no se podía surfear. Ahora en varios países ya han hecho el surf legal, al igual que otros deportes, y ese ejemplo no se ha tomado acá. Muchos países ya están surfeando tranquilamente”, agrega.
En la siguiente edición de los Juegos Olímpicos, programada para julio de 2021, debutará la competencia de surf. Ahí Satt buscará hacer historia. En el camino, también espera un cambio en los problemas que ve y critica en el manejo del deporte que ama. Por el momento, no queda más que enfocarse en sus metas, aunque no sin dejar su grito.
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