En Brasil 2014, Igor Akinfeev fue objeto de toda clase de burlas después del absurdo gol que concedió ante Corea del Sur, luego de que se le escapara un tiro que no revestía mayor peligro. En la Copa Confederaciones del año pasado, el portero estuvo lejos de reivindicarse y fue responsable de que su equipo no avanzara de la fase de grupos.
Pero a pesar de la resistencia que su nombre generó, el DT ruso siguió apostando por él, y ayer le devolvió esa confianza saldando su deuda con creces. E, incluso, muchos recordaron al histórico arquero soviético Lev Yashin.
Durante el partido, Akinfeev, de 32 años, fue clave para aguantar la embestida española, especialmente desde la salida de su goleador Artem Dzyuba, una de las figuras del equipo. A los 85', voló para atajar un disparo de Andrés Iniesta y luego se mostró muy seguro ante los intentos de Iago Aspas y de Rodrigo Moreno. Sin embargo, su momento estelar llegaría en la definición a penales, donde atajó dos lanzamientos. Primero, despejando con las manos un disparo de Koke, y después, sacando con los pies el tiro de Aspas.
El portero y capitán del CSKA de Moscú no se sorprendió con el desenlace del encuentro. "Esperábamos la definición por penales", comentó, luego de ser elegido jugador del partido en el estadio Luzhniki.
A pesar de recibir ese honor, el golero prefirió restarse méritos. "El jugador del partido es el equipo y el público. No jugamos como queríamos, nos hubiera gustado atacar más contra España, pero no pudimos hacerlo mejor", sostuvo.
"Estamos haciendo una Copa del Mundo fantástica. No solamente para nuestros hinchas, sino también para los aficionados de otros países que sienten este ambiente y comprenden que los rusos saben realmente jugar al fútbol", expresó.
Eso sí, sus compañeros no dudaron en reconocer su gran trabajo en la definición desde los 12 pasos. "Ha sido un milagro futbolístico. El dios del fútbol ha estado de nuestra parte. Además, Akinfeev ha sido un monstruo en los penales", dijo Dzyuba.