A las 11 de la mañana, cuando los altoparlantes de la Villa Sudamericana comienzan a reproducir el himno chileno, la reducida delegación del Team Chile se pone en marcha, dirigiéndose hacia la fachada principal del polideportivo, donde la bandera nacional está a punto de ser izada. A la cabeza de la comitiva figura un deportista acostumbrado a ocupar los puestos de avanzada, Tomás González (32), uno de los dos únicos atletas nacionales encargados de defender la doble presea dorada conquistada en Santiago. La otra es Kristel Köbrich.
Pero a diferencia de la nadadora, el gimnasta no podrá revalidar sus oros individuales. Todos sus esfuerzos, confiesa, se concentrarán esta vez en su prueba fetiche. "Me voy a enfocar en mi fuerte, que es el suelo, para revalidar la medalla de Santiago. Sé que nunca se puede asegurar una medalla, pero he tenido una buena preparación", manifiesta, en conversación con La Tercera, quien seguramente será el único atleta de los Odesur que competirá siendo el presidente de su propia federación.
"Apunto sólo a suelo, porque tengo que ir de a poco en este ciclo olímpico ya que estoy pensando en Tokio 2020. Voy a hacer una rutina con un nivel de dificultad un poquito menor para tratar de favorecer la ejecución, porque sabemos que la influencia de los jueces es bastante importante", agrega, antes de asumir (privilegios de la dualidad de funciones, claro), su otro rol para evaluar al equipo de gimnasia chileno al completo, responsable de nada menos que 13 medallas en Santiago 2014: "Hay opciones de que Joel Álvarez haga un buen desempeño en la individual general y en la final de barra. En suelo, Ignacio Varas tiene opciones de estar en la final y en la femenina, aunque Simona tuvo la medalla de oro en Santiago, sabemos que Brasil presenta mejores gimnastas que ella, así es que todo depende un poco del papel que haga Brasil. Porque en Santiago fallaron las dos brasileñas y eso le dio la opción a Simona de poder ganar. Y en equipos no creo que haya muchas opciones de subirnos al podio en el All Around masculino ni femenino", sintetiza.
Por alusiones, y también porque la suya es otra de las grandes cartas de la gimnasia artística chilena, Simona Castro (29), oro en viga de equilibrio y bronce en el All Around hace cuatro años, se detiene a charlar también con La Tercera. Y a proyectar sus metas: "Son mis terceros Odesur, es cierto que defiendo medallas, pero en la competencia puede pasar cualquier cosa. Me reintegré este año después de una lesión, voy por viga y suelo, principalmente, pero lo que espero es poder competir tranquila. Y si Dios quiere poder llegar también a Tokio". Una meta que comparte su hermana Martina (32), quien dará pelea en salto, viga y suelo en su quinta cita sudamericana: "Estamos trabajando el tema de la altura, porque sólo tendremos cinco días de aclimatación. Queremos mejorar nuestros resultados de Santiago y ojalá esas 27 medallas de oro, pero hay que ir piano piano".
Lo único que no quieren decir las hermanas es palabra alguna en relación a Cristián Achondo, el profesor de gimnasia denunciado por malos tratos. Y por eso callan al ser consultadas, y es González, de nuevo en su papel de presidente, quien sí rompe su silencio: "Hay una gimnasta que nos hizo llegar una carta y la pasamos al Comité de Disciplina del Comité Olímpico, el Comité de Arbitraje. La gimnasta ahora está entrenando fuera de Chile, por lo tanto no se llegó a nada. Así que básicamente eso es todo. Esto lo maneja el Comité de Disciplina y Arbitraje y sería poco profesional de mi parte como presidente de la federación dar una opinión personal al respecto", manifiesta, antes de partir sonriendo.