En octavos de final terminó una actuación histórica para Marco y Esteban Grimalt. La dupla nacional cayó ante el binomio ruso y se despidió de la lucha por las medallas olímpicas. Los europeos se llevaron los dos sets por 21 y 16, poniendo fin a un torneo donde los nacionales lograron su primera victoria en unos Juegos Olímpicos.
El primer set tuvo dos momentos. En la primera mitad los Grimalt estuvieron impecables, luchando y a momentos liderando. En ese arranque salieron con todo y lograron tomarle la mano a los rusos, algo que se rompió cuando el set llegó al 14 iguales. Konstantin Semenov fue el gran responsable de aquello.
El ruso de 2 metros y 10 centímetros fue un problema para los chilenos, ganando la mayoría de los bloqueos que hacía y calentando el partido con sus celebraciones. Así fue como el primer parcial se escapó de forma imprevista y los chilenos se fueron a la banca perdiendo por 21-16.
Pese a todo las sensaciones eran positivas y los Grimalt seguían creyendo en sus condiciones. Fue ese empuje el que hizo que volviesen a comenzar lanzados, mostrándose más fuertes y frescos que los europeos. Pero volvió a pasar lo del primer set.
El gran nivel chileno se acabó cuando iban igualados a 16. Semenov volvió a aparecer con su show televisivo y Leshukov hizo un trabajo defensivo impecable. Al otro lado de la malla las sensaciones ya eran de frustración. Marco y Esteban lo intentaron, pero terminaron cayendo 21-16, mismo marcador del primer parcial.
Con esto el sueño olímpico de los primos terminó en la ronda de los octavos de final. Un camino donde cosecharon sus primeras victorias olímpicas y donde lograron avanzar de ronda. El proyecto no se termina, sigue en pie y soñando alto. Viene Santiago y después Paris. Hay Grimalt para rato.
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