"Los refuerzos deben asumir el liderazgo"
El recordado jugador de la UC, miembro del equipo que alcanzó la final de la Copa Libertadores en 1993, visitó San Carlos de Apoquindo y se reencontró con el club en donde se convirtió en ídolo.
Sergio Vázquez (51) entra al camarín del primer equipo de Universidad Católica y suspira. Con la mirada perdida, su mente evoca un sinfín de recuerdos. "¡Qué diferente está todo esto! ¡Cómo han cambiado las cosas, eh!", exclama, mirando a su alrededor en reiteradas ocasiones.
Charly, como le apodaron en su etapa de jugador por su notable parecido con el músico argentino Charly García, tiene mucha historia en ese vestuario. A mediados de los noventa, fue el líder de la defensa cruzada y uno de los referentes de un equipo inolvidable que llegó casi hasta lo más alto. Perdió la final de la Copa Libertadores 1993 y luego fue campeón de la Copa Chile '94 y la Interamericana '95.
En paralelo, ganó con la selección argentina la Copa América 1993 (ya había conquistado la de 1991 y la Confederaciones 1992) y fue mundialista en Estados Unidos 1994, lo que lo convierte en uno de los zagueros más importantes en la historia del club de Las Condes.
Se declara "fanático". Dice que la UC es su casa. Su "experiencia más importante" como jugador. Pasan los años, afirma, y su amor por el club crece. También se traspasa. "Mi hijo y mis dos nietos también son hinchas", cuenta, entusiasta.
Por lo mismo, no está ajeno al presente del equipo, que sigue sumido en una nebulosa futbolística que no le permite despegar en el Transición, donde ya está muy lejos del líder Unión Española. La misma bruma que antes le valió una estrepitosa caída ante Colo Colo en la Supercopa (1-4) y que le impidió, también, seguir adelante en Copa Chile, donde fue eliminado en octavos por Huachipato.
Mario Salas está cuestionado, aunque Vázquez confía. El exjugador cree que la situación, por compleja que parezca, es reversible. Y después de recorrer el Tour y Museo Cruzado, que por estos días recibe a los hinchas en San Carlos de Apoquindo, dice a La Tercera que su valoración sigue intacta.
Usted dice que está siempre pendiente de la UC. ¿Cómo explica el momento que vive el equipo?
Como profesional te puedo decir que estas cosas pasan y que hay que intentar sobrellevarlas de buena manera. Como hincha, mi visión y la de mi familia es seguir bancando el proyecto.
¿Es de los hinchas que aún confía en Salas, entonces? Esa no es la postura generalizada, sino que todo lo contrario…
Absolutamente. Mario tiene todas las herramientas para sacar al club adelante. Viene de darnos un bicampeonato muy importante, que le voy a agradecer eternamente. Tiene todo para sacar a flote este mal comienzo. Porque es eso: un mal momento, un mal inicio y nada más.
¿Y qué se le puede decir a aquellos que ya no creen en él? ¿El bicampeonato lo sostiene?
Hay que transmitirle seguridad y confianza. Viene trabajando muy bien hace un par de años. Ha demostrado con creces estar a la altura de un equipo como la UC.
¿Qué debe mejorar el equipo? En lo estrictamente futbolístico…
No puedo decirlo. El que está día a día y sabe con precisión cómo están sus jugadores y los problemas que tienen, es el técnico. Sería una falta de respeto decir qué es lo que tiene que cambiar. Él sabe lo que tiene y lo que quiere. Hay que confiar y darle las herramientas para que esté cómodo y le dé al club lo que se merece.
Durante los últimos años, la UC se ha reforzado con bajo presupuesto, privilegiando sus divisiones inferiores. ¿Le parece bien o quizás debiera potenciar la inversión como los otros 'grandes'?
El camino correcto siempre es darle tiraje a las inferiores. Eso no quita que puedan traer algunos jugadores para acomodar lo que tiene que ver con los que van subiendo. Todo club debe apostar por las inferiores. Es la forma de cuidar las finanzas. Tampoco se puede comprar por comprar.
Usted fue refuerzo y se convirtió en referente, lo que ha pasado poco en el último tiempo. Santiago Silva es el caso de moda. No ha rendido y ya suma críticas…
Si uno viene como refuerzo a un club tiene que asumir el liderazgo. Eres un refuerzo, no uno más del plantel. Todo jugador que ha pasado por la UC lo debe saber. El que viene del extranjero tiene que demostrar que quiere ser un aporte, que ama el club y que va a dejar todo por esta institución.
El equipo que usted integró llegó a la final de la Copa Libertadores. ¿Se siente en deuda por no haberla ganado?
Es la deuda de toda la historia del club. Y esa deuda también nos cabe a nosotros, que llegamos a la final, pero no la ganamos (N. de la R. los cruzados se inclinaron ante Sao Paulo tras perder 5-1 en la ida y ganar 2-0 la vuelta). Sí creo que la UC tiene todo para llegar mucho más lejos a nivel internacional.
Este año ha sido particularmente malo para el equipo. Sobre todo a nivel internacional…
Son momentos que pasa el plantel o cada jugador. En algún momento tuvieron un bajón anímico. Y si se juntan dos o tres con un bajón, se nota. A nosotros nos tocó estar en el mejor momento de cada uno. En la final no estuvimos de la mejor forma y nos pasó lo que nos pasó.
En 1994, fue dirigido por Pellegrini en Católica. ¿Qué es lo que más recuerda de la dirección del técnico chileno?
Siempre dije que Manuel iba a ser un gran técnico. Fue un adelantado con el tema del entrenamiento. Su metodología de precisión y todo eso. No pensé que iba a llegar hasta donde llegó, pero se lo merece. Ha dejado su sello en cada lugar donde ha estado.
¿Debería tener una oportunidad en la Selección, según usted?
Yo creo que sí, pero hace rato tendrían que habérsela dado. Es un DT capaz y lo ha demostrado en todo el mundo. Se merece el respeto de la ANFP para darle la oportunidad para dirigir la selección chilena.
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