A pesar de ser una nación de apenas 889 mil habitantes. Es decir, solo un poco más que la población de Puente Alto, Fiyi ha cultivado una larga tradición en el rugby XV y en el Seven. Esta última una modalidad es más nueva, pero no ha sido impedimento para que los oceánicos sean potencia. Y así lo ratificaron en Tokio, donde se impusieron por 27-12 a Nueva Zelandia y se quedaron con la medalla de oro.

Con esta victoria, el cuadro fiyiano se transformó en bicampeón olímpico, ya que en Río 2016 también se quedaron con la presea dorada. Por lo tanto, son el único país que ha ganado el máximo metal, ya que el Seven ingresó al programa precisamente en la cita que se desarrolló en Brasil. Ese oro se transformó en la primera medalla olímpica de esta remota isla del Pacífico Sur, por lo que el gobierno decretó fiesta nacional para celebrar tal acontecimiento.

Ratu Meli Derenalagi, Sireli Maqala, Jiuta Wainiqolo y Asaeli Tuivuaka fueron claves en el triunfo ante los All Blacks, otro equipo de señera tradición con la ovalada. La presión, la velocidad y el trabajo táctico fueron claves para el elenco que comanda el galés Gareth Baber. El entrenador fue vital en la continuidad del trabajo que inició el inglés Ben Ryan y que llevó al grupo a brillar en Río.

La hegemonía es tal que los 12 partidos disputados en la competición olímpicos equivalen a igual número de triunfos, lo que muestra la solidez del trabajo realizado, el que también agradecieron con una plegaria al cielo, en una emotiva ceremonia tras su consagración.

Además, dentro de su rico palmarés, han participado en todas las ediciones de la Copa del Mundo, levantando el trofe en 1997 y 2005, además de tres terceros lugares en 1993, 2001 y 2013. De hecho, su peor ubicación fue un quinto puesto en Dubái 2009 y venían de un cuarto lugar en San Francisco 2018.

Mientras que ha participado en todas las temporadas de la Serie Mundial, obteniendo la corona en las versiones de 2005-2006; 2014-2015; y 2015-2016, además de cinco subcampeonatos.

En total, tiene 36 títulos y 33 segundos lugares. Entre sus éxitos, también destacan los 19 títulos del tradicional Seven de Hong Kong, en el cual participa desde su inicio, en 1976.

Al igual que hace cinco años, Fiyi se detuvo para seguir a su mayor orgullo. Para sus habitantes el rugby no es solo un pasatiempo, sino que una religión, que nuevamente reunión a sus fieles a miles de kilómetros de distancia para celebrar otra hazaña que quedará en la historia de esta pequeña nación.

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