La clasificación del equipo chileno de Copa Davis al repechaje (conocidas como Qualifiers) para acceder a las Finales de la Copa Davis abre un nuevo desafío para los dirigidos de Nicolás Massú, que buscarán regresar a la máxima instancia por primera vez desde 2019, cuando tras superar a Austria se ganaron el boleto a la fase de grupos, cayendo luego en sus presentaciones frente a Argentina y Alemania.
Entre el 3 y el 5 de febrero de 2023 se disputará la siguiente fase, donde participarán todas las escuadras que superaron sus eliminatorias del Grupo Mundial I. Es decir, Austria, Colombia, República Checa, Uzbekistán, Suiza, Portugal, Noruega, Hungría, Eslovaquia, Finlandia y Bosnia y Herzegovina, además de Chile. A ellos se suman los eliminados en la fase de grupos de las Finales: Suecia, Argentina, Corea del Sur, Serbia, Francia, Bélgica, Gran Bretaña y Kazajistán, además de los cuatro que caigan en los cuartos de final en noviembre, instancia que disputarán Croacia, España, Países Bajos, Italia, Australia, Estados Unidos, Canadá y Alemania. También la organización debe definir cuáles serán los wild cards, por lo que eventualmente alguno de los rivales más peligrosos no disputarán esta etapa.
De todas estas posibilidades, la única certeza es que las escuadra nacional no será cabeza de serie en la confrontación de febrero, por lo que deberá esperar que el azar le ponga un rival abordable. Asimismo, con varios hay historia reciente, lo que influirá para determinar si la escuadra de Massú juega como local o nuevamente tiene que ir de visita.
De este modo, Chile recibiría a Canadá, Croacia, Gran Bretaña, Italia, Suecia, Argentina, Colombia, Eslovaquia y Austria. Salvo a los británicos, a quienes enfrentó por última vez en 1983, a todos los demás rivales los ha enfrentado en los últimos 15 años.
En el extranjero el representativo criollo tendría que medirse con República Checa, Estados Unidos y Australia. Mientras que a sorteo iría con España, Francia, Portugal, Kazajistán, Noruega, Uzbekistán, Corea del Sur, Bélgica, Suiza, Serbia, Bosnia y Herzegovina, Finlandia y Países Bajos.
Una derrota en esta fase hará que Chile regrese al Grupo Mundial I y tenga que jugar por el ascenso a las Qualifiers de 2024.
Un equipo con proyección
En Lima, Nicolás Massú debió hacer frente a las ausencias de Christian Garin y Tomás Barrios, ambas por lesión, lo que lo obligó a rearmar la estructura y citar a Gonzalo Lama y Diego Fernández. Sin embargo, para la serie de febrero, el capitán ya debiese contar con el contingente completo para ir en busca del regreso a la élite, aunque eso dependerá de la evolución física de los ausentes y su posterior puesta a punto.
“Tenemos un equipo espectacular. Más allá si se gana o se pierde, este es un proceso. Esto sigue, independientemente de lo que vaya a pasar en el siguiente partido. Nos tocó perder muchas series seguidas y sorteos duros. Hoy tuvimos una situación muy complicada, ya que pudimos haberlo ganado en el cuarto y tuvimos que definir en un quinto punto. Estas situaciones ayudan a fortalecerse y los muchachos lo demostraron. Estoy muy orgulloso de ellos”, señaló el doble campeón olímpico tras la victoria en la capital peruana.
Asimismo, una de las noticias positivas para él fue la recuperación de Nicolás Jarry, quien está muy cerca del top 100 y está mostrando un buen nivel, lo que enriquece la variedad de singlistas. “Fue número uno de Chile por mucho tiempo y le tenía toda la fe. Me sentía muy tranquilo. Siempre que he necesitado a Nico Jarry, ha estado”, remató.